Los ojos con los que miro.

#4

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Con el tiempo aprendemos que las heridas siempre cicatrizan;
Que hay dolores pasajeros y alegrías eternas;
Que nada es casual pero todo es causal;
Que siempre es buen momento para empezar de nuevo;
Que pedir perdón y decir que necesitas, que extrañas, que valoras; es decir que amas.

Aprendemos que los amigos son contados;
Que jugar a querer es de cobardes;
Que también se hiere con palabras;
Que también se lastima con ausencias.

Que amor no es sinónimo de emoción;
Que amistad no es perfección;
Que sabiduría no es conocimiento;
Que morir también es vivir y perder es ganar un poco.

Que romper paradigmas es avanzar;
Que Dios no es religión;
Que los hermanos no siempre son de sangre;
Que el sol tarda pero siempre sale.

Aprendemos a valorar el presente, a perdonar el pasado y a disfrutar la espera del mañana.
Entendemos que la vida es muy corta para rendirse a la complaciencia;
Que es mejor amar sin limites y soñar en grande.

Con el tiempo comprendemos el valor de las personas, los momentos y las oportunidades;
Que no hay que llegar a viejos para actuar como sabios y que la vejez no es garantía de una vida feliz, solo de una vida.

Con el tiempo aprendemos el valor del tiempo.