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Aquella noche la conciencia traicionaba su rutina de pesadumbre,
Afirmando que la vida es más que azar,
Apoderándose la duda de su certeza.
Sus más terribles miedos confrontaban su comodidad,
Dolor compuesto de rencor acompañado de ironía,
Impotencia expresada en lágrimas invadían su alma herida.
La alquimia se desvanecía otorgando la más amplia envergadura a lo incomprensible,
Coraza de su corazón que se quebraba mientras abría los ojos a lo desconocido;
El velo se caía, razonando que había algo más.
Descubriendo que había un Dios.

Los ojos con los que miro.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora