El solía mirarla tímido por la ventana;
Aquella que daba a la puerta de su alma.
Repasaba la rutina de una jornada embotada de ansiedad y desespero, cargada de quehaceres;
una agenda que debía ser cumplida pero que agobiaba.Era uno de sus días donde el universo conspiraba contra las buenas personas, o bueno, al menos contra las personas
porque para ser bueno le faltaba todo.El reloj dio las tres cuando salía de su oficina y ella atravesó por en frente de su auto.
Lo único bueno de ese día había sido ella.
Y eso, era suficiente.
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Los ojos con los que miro.
PoetryLa poesía son los ojos con los que vemos el mundo. Esta es mi vida en versos. Todavía queda mucho por aprender, todavía queda mucho por vivir.