#26

48 2 0
                                    

El solía mirarla tímido por la ventana;
Aquella que daba a la puerta de su alma.
Repasaba la rutina de una jornada embotada de ansiedad y desespero, cargada de quehaceres;
una agenda que debía ser cumplida pero que agobiaba.

Era uno de sus días donde el universo conspiraba contra las buenas personas, o bueno, al menos contra las personas
porque para ser bueno le faltaba todo.

El reloj dio las tres cuando salía de su oficina y ella atravesó por en frente de su auto.
Lo único bueno de ese día había sido ella.
Y eso, era suficiente.

Los ojos con los que miro.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora