Dulce Soledad

Celos

Era un día como cualquier otro, ya llevaba una semana que no veía a John y me enojaba la idea de que estuviéramos en colegios distintos; si estuviéramos juntos podría besarlo todo el día.
Pero era de esperarse, era un año mayor que él.
Tuve horas libres y como no había nada bueno que hacer me dirigí a la biblioteca, lugar a cual acudo para esconderme de las acosadoras. Antes de entrar pude darme cuenta que había alumnos de otras instituciones, al parecer son los de nuevos que entraran a esta institución, me importó una mierda y me fui a sentar a una de las bancas de la sección de literatura medieval.
-Hola Dave ¿Escondiendote otra vez?
-Hola Terezi... Y no, no me escondo. Un Strider no huye.
-Lo que digas amorcito~ - odiaba cuando decía eso.
Se sentó a lado de mí con un libro algo grueso color carmín, lo abrió por la mitad y comenzó a leer. Pasaron unos minutos, yo estaba escuchando musica cuando de pronto sentí el cuerpo de Terezi sujeto al mio.
-Oye ¿Que te sucede?
-Nada, estoy aburrida
-No me metas en tus problemas- antes de seguir con lo mio sentí la lengua de esta chica pasar por toda mi mejilla, asquerosamente viscosa pero no intente separarla, ya estaba acostumbrado a sus locas acciones -Deja de hacer eso
-Vamos Dave, no es tan malo. Sabes a manzana. ¿Quieres saber cual es mi sabor?
-Dave... - podía reconocer esa voz en donde sea, separe a la chica de mi y vi a John enfrente de mi con una expresión de tristeza
-¿John, que haces aquí?
-Ven - jaloneo mi brazo y me arrastro con la poca fuerza que tiene hasta los baños, nos metimos en una sección y cerro la puerta.
-Oye, puedo explicarlo. Ella es Terezi y tiene una loca obsesión de lamer todo y...- detuve mi explicación al ver que John se estaba incando ante mi
-¿Te gusta que te laman, Dave?
-Que con esa pregunta, suena muy estúpida
Me sentó en el retrete, paso sus infantiles manos por mis piernas y las separó despacio y colocando su rostro enfrente de mi entrepierna.
-Mierda, no juegues John - esto se volvía incómodo pero en mi mente no dejaba de pasar la idea "me la va a chupar" haciéndome sonreír un poco.
Desabrochó mi pantalón y lo bajo un poco junto con mi ropa interior.
-John... Dios...
-Dave... - me miraba desde abajo y con unos ojos tan inocentes que me hacía quererlo comer
-¡Deja de jugar, John!
Vi como sus cejas se juntaban mostrando molestia y del como sacaba mi miembro para después lamerlo.
-Jo-John..- un gran escalofrío paso por todo mi cuerpo y después se convirtió en un placer incomparable. Arquee un poco mi espalda y jugué con el cabello de Egbert por un rato mientras este saboreaba mi pene y lo lamia inocentemente. Sacaba unos suspiros suaves sin poder evitar aquella vista que tenia enfrente de mi.
El oral de John era torpe pero seguro, como si hubiera tenido el deseo de hacerlo desde hace mucho. Pensé del como habíamos llegado a esto y recordé la lamida de Terezi en mi mejilla.
-¿Estabas celoso? - mi voz se sentía nerviosa y quebradiza por el gozo de la lengua de John aunque no paso mucho cuando pude sentir la boca de mi novio en parte de mi erección. -Agh! Espera...
No hizo caso y continuo, metió casi todo mi pene en su boca y lo sacaba para después lamerlo como un dulce y volverlo a meter, sentía unos pequeños mordiscos hasta que no pude mas, me vine en la boca de mi ojiazul.
Se pasó mi semen y después siguió succionando la cabeza de mi miembro.
-No John... Para...
Lo separe de mi y lo mire fijamente a través de mis gafas, estaba a punto de llorar, lo cargue y lo senté en mis piernas consolando su trizteza.
-Perdon Dave, no quería que te tocara mas, me enoje... Y y y... ¡Tu eres mio Dave Strider!
Le robe un beso pensando que cada día iba perdiendo al chico tímido que había conocido y me gustaba la idea de ver al nuevo John que esta loco por mi.
Sequé sus lágrimas y me acomode la ropa para así salir de los baños. Tome su mano y nos dirigimos a la biblioteca. Antes de entrar se encontraba la tipa que ocasionó todo.
-Hey, Dave ¿Te divertiste con tu novio?
-y mucho. Creo que te la debo.
-¿Dave?
-Si me hubieses dejado terminar, cariño. Ella es Terezi, una amiga mía y de Jade, tuve que contarles lo nuestro para que me dejaran en paz.
La cara de John estaba como un tomate.
-¡Me quiero morir... Estúpido Dave!