El lago

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5.
Como tienes sueño, no te quieres levantar, nos vamos, no sé, mmm, ya se, una cabaña junto al lago, está alejada de todo, tendremos que llevar provisiones para un par de días, la cabaña es pequeña, pintada de blanco, grandes ventanales, es como salida de un cuento, los arboles que la rodean son enormes, dan la sensación de privacidad, entramos, a pesar del tamaño está perfecta, cocina equipada, sala con chimenea, comedor, una recámara, un baño, perfecto para 2 personas, en la parte de la cabaña que da al lago, una banca muy cómoda, macetas con flores de diferentes colores, alegran el espacio, bajamos las cosas, me muero de hambre, mi coco la cocina pero ni modo, a cocinar, me tendrás que ayudar no querrás morir envenenado, asamos carne, preparamos la salsa, en fin, todo, se que no tenías ganas de hacer nada, sorry, descansarás después de comer, lo prometo, preparamos kahlúa, hace frío, se necesitan los hielos o no sabe rico, al terminar decidimos salir a ver el lago, llevamos las bebidas, a pesar de hacer frío se siente agradable, solo que soy contreras y no traigo chamarra, vez que me empieza a dar frío, como eres un amor me abrazas, se mitiga mi frío, empieza el atardecer, se reflejan los colores en el agua, soy una romántica empedernida, sabes me encantan los atardeceres, lo contemplamos juntos, me besas en el cuello, me abrazas con más fuerza, como si no quisieras que me fuera nunca... Se acaba nuestro kahlúa, me preparas otro, esta vez nos sentamos en la banquita, es cómoda, sacamos una frazada, nos cubrimos con ella, es tersa, calientita, nos cubre perfecto, te pregunto si quieres irte a dormir, ya que no querías levantarte el día de hoy, tenías mucho sueño, me dices que estás a gusto, así quieres seguir, me tienes cerca, sientes mi calor, yo el tuyo, tu aroma me impregna, se termina nuestro trago, decidimos ir por otro, igual tres no son tantos, nos acurrucamos nuevamente, el sonido de la naturaleza es incomparable, nos relaja, disfruto el momento, decides poner música, Ricardo Montaner- La cima del cielo, me pides bailar, la luna, música, tu y yo, me dejo llevar por ti, te robo un beso, dulce y travieso, sé que te encanta, me respondes con otro, estás tan cerca, siento tus latidos, tú los míos, no se puede ocultar lo que se siente, es mas fuerte que los dos... Ahora sí a descansar, la cama te espera, podrás dormir lo que quieras, no hay necesidad de levantarse temprano, lo prometido es deuda...

Día 2 No se me quita la costumbre de despertarme temprano, tu sigues durmiendo, bien dijiste que tenías sueño, me preparo un café, hoy el clima está más tranquilo, agradable se podría decir, ando descalza para no hacer ruido, un suéter largo con unos jeans, de lo mas cómoda, el pelo agarrado en chongo, salgo a la banquita a tomarme mi café, me acompaña el libro de Miss Peregrine, es algo lento pero con mi imaginación me siento que lo vivo, se me pasa el tiempo volando, son las 11:00 a.m. apenas te levantas, sigues con sueño, pero al no encontrarme en la cama decides buscarme, te indico que estoy afuera, el olor del café que impregna la cabaña te antoja tomar uno, te lo sirves y me alcanzas afuera, traes puesta la pijama, me pides te haga un campito a mi lado, no me queda de otra, me encanta tenerte cerca, tu olor, sentirte, te inclinas para sentarte, pero tus intensiones no son necesariamente esas, es para besarme, que tonta como no me lo imaginé antes, me pierdo en tus labios, son tan dulces, finalmente te sientas y me abrazas, me preguntas que leo, te digo que libro es, tu reacción –“ahora entiendo de donde viene tanta imaginación”sonríes, me molesto, comienzas con cosquillas, mi momento de drama termina, odio las cosquillas, pero me hiciste reír, te pregunto que si quieres comer algo, me respondes que si, cocinamos algo para desayunar, un jugo de naranja, unos huevos, claro y el café, un cigarro no cae mal después de desayunar, aunque casi es comida ya por la hora, te pido me acompañes a caminar, increíblemente no he escuchado música, muy raro en mi, aunque desde que estoy contigo tantas cosas han cambiado…, me llenas por completo, en todos los sentidos, creo que yo a ti igual, te cambias de ropa, yo me pongo tenis, a caminar por el lago, me tomas de la mano, comienzo a platicarte lo que me parece el libro a comparación de la película, creo que ni me escuchas solo vez mis labios, lo sé son una adicción para ti al igual que los tuyos para mí, pensándolo bien todo tú eres una adicción, te quedas parado, aunque yo sigo caminando, me jalas suavemente hacia ti, me besas, sabes eso me derrite, el momento no puede ser más propicio, un beso tras otro.. paro, me tengo que contener, me acerco al agua, te salpico, romper el momento, es lo mejor, ríes no te queda de otra, decidimos regresar ya más tranquilos, tengo que tomar aire, despejar la mente, tienes esa mirada pícara, traviesa, llegamos a la cabaña, no me quiero imaginar cual será tu desquite, creo que yo despierto tu instinto malvado…

Entre sentimientos y cuentosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora