A la Riviera Maya

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Te dije que el cuento sería para el viernes pero decidí regalártelo hoy. hoy te voy a llevar a unas cabañas sobre el mar, se ubica en la Riviera Maya, sabes que sus playas son hermosas color turquesa, la vista que ofrecen las cabañas es impresionante durante todo el día, las escaleras te llevan directo al mar, el piso es de cristal, se pueden ver los peces, en la habitación 1 jacuzzi para dos, camastros para tomar el sol, alberca privada y una comida deliciosa, los techos son de palma, el ambiente es muy relajante, justo lo que necesitamos, cuenta con un spa que realiza tratamientos herbolarios, de verdad listo para una experiencia inolvidable?, esta vez no vamos a salir a conocer otro lugar, nos vamos a dedicar a descansar, ha sido un inicio de año bastante ajetreado, la verdad nos lo debemos, un descansito, dejarnos consentir, desde que llegamos apartamos una sesión en el spa, un masajito de hierbas nos caería bastante bien, es muy diferente al que se ofrece aquí en Aguascalientes, pero igual es bastante rico, el aroma de las hierbas relaja mucho, la sensación en la piel es muy agradable, siento como poco a poco me voy desestresando, después del masaje a comer, comida internacional y maya, se que te gusta la comida maya así que disfrutamos, nos dejamos llevar por la gastronomía y sus aromas, un mezcalito para la digestión, nos recomiendan uno que no está tan fuerte, no quiero perder la noción en el primer trago, lo disfrutamos viendo la tranquilidad del mar, cada vez estamos más tranquilos y relajados, esa sensación nos encanta, 1, 2 mezcales creo que no llego al 3ero. me siento mareada, decidimos regresar a la cabaña, recostarme en el camastro a ver las nubes y el mar como se juntan es lo que deseo, bueno no es lo único, un beso tuyo sería perfecto, pero te veo tan tranquilo que no quiero molestarte, con la mirada perdida en el infinito, como si quisieras perderte en la inmensidad del mar, te doy tu espacio, decido cambiarme de ropa para meterme a la alberca, aunque no hace mucho calor quiero refrescarme, después de un rato decides acompañarme, ya en el agua, me abrazas por la espalda, recargo mi cabeza ti, me besas en el cuello, creo que si nos desinhibió el mezcal... el atardecer nos toma por sorpresa, como siempre es la mejor parte del día, ese regalo de luces y sombras bañadas de color, como siempre con la mejor compañía, tú, me haces sentir tan segura a tu lado, sin miedo, a pesar de que dices no sentir lo mismo que yo, me demuestras lo contrario, para mí eso es más importante, seguimos por un rato más en el agua, creo que me he quedado muda, ya que tú eres quien habla,
te escucho con atención, no puedo despegar mis ojos de tus labios, de tu ojos, estoy como hipnotizada, en un momento me besas, siempre dulce, apasionado, pero increíblemente tierno, haces que todos mis sentidos se despierten, necesito tenerte...

Entre sentimientos y cuentosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora