Santorini

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7.
Hoy nos vamos a Santorini, así como lo escuchas, nos vamos a esa isla volcánica en Grecia, dicen que tiene unas vistas espectaculares, pero sobre todo las puestas de sol, ya sabes que ese tipo de espectáculos naturales donde el sol en su carrera por ocultarse de la luna derrocha sus mejores galas coloridas en el cielo es un éxtasis visual invariablemente, ver el pueblo encima de los acantilados, casas pintadas de blanco, con filos en azul, arquitectura mediterránea pura, pulcra, acogedora.
Llegamos al hotel reservado, fresco a pesar del calor húmedo de la Isla, tenemos preparados los recorridos a hacer, pero primero a comer, una gran variedad de mariscos y vino blanco, es una delicia, no me resisto pruebo casi de todo, lo siento pero me muero de hambre, como siempre comes menos que yo, eso me da algo de pena, pensándolo bien creo que ya no tanta…
Nos dirigimos a tomar un baño para relajarnos , ahora si ya listos salimos a caminar por sus calles empinadas, casas antiguas por todas partes, tabernas, un ambiente alegre, gente amable, no pierdo oportunidad para tomar fotos, la vista es preciosa para donde mires, el mar se ve impresionante, decidimos entrar a una de las tabernas, una copita de buen licor no cae mal, comienza a atardecer, estamos en un excelente lugar, una terraza con vista al mar y al atardecer, ¡wow! tenían razón los atardeceres son majestuosos, me tiene embelesada, no sé que te causa más asombro si el atardecer o mi expresión, después de un rato de estar conversando decidimos regresar al hotel, es tarde, la noche cubre las calles, llegamos a una especie de mirador, puedo apreciar el reflejo de la luna en mar, y la sensación de que las olas quisieran tocarla, como un romance estilo Romeo y Julieta, queriendo estar juntos pero no poderse tocar, en un momento sentí un dejo de tristeza, pensar en amar tanto y no estar juntos, una lágrima escapa de mis ojos, la notas, sabes soy demasiado sensible, decides abrazarme, confortarme con un beso, me conoces y sabes eso me hará sentir mejor, permanecemos un tiempo sin decir palabra, uno junto al otro observando el espectáculo amoroso de la luna y el mar, me dices al oído que si nos marchamos, asiento con la cabeza no sin antes besarte…
Ya en el Hotel nos disponemos a descansar, ha sido un día lleno de emociones, es demasiado para mí, caigo muerta… A la mañana siguiente a levantarte, te lleno de besos y ni así reaccionas, eres demasiado dormilón, en un acto de desesperación tapo tu nariz, despiertas por completo y me quieres medio matar, me jalas y caigo a un lado tuyo en la cama, me abrazas y no quieres soltarme, me regresas todos los besos que te di, tenemos que dejar de jugar, el día comienza y Akrotiri nos espera, quiero conocer la arqueología del lugar, me apasiona conocer más de los Minoicos, la cerámica, las construcciones, las pinturas, todo, la erupción del volcán conservó todo bastante bien, bueno eso es lo que dicen, deseo verlo con mis propios ojos… Eres como siempre un amor, te levantas, desayunamos, ahora sí a ponernos en marcha…
Ya en Akrotiri no lo puedo creer, tenían razón es como lo pintan, un espacio detenido en el tiempo Siglo II A.C. el corazón se quiere salir del pecho, recorremos el lugar, estoy extasiada, veo que también te gusta, menos mal, por un instante creí te aburrirías, el ver esas pinturas, los mosaicos, no puede ser estoy en el cielo, de verdad no me despiertes de este sueño, mi imaginación vuela a mil por hora como un cohete directo a la luna, comienzo a imaginar escenas de la vida en la isla antes de la erupción, mi cabeza da mil vueltas, es demasiada información, tengo que procesarla o me transportaré en el tiempo, de pronto una voz tranquila y serena me trae a la realidad, -¿estás bien?preguntas preocupado, contesté que sí, mis manos sudan y mi cuerpo se estremece, regresé del trance milenario, me aferro a ti, mi corazón está latiendo muy rápido, demasiadas emociones no cabe duda, eres la única persona que me puede tranquilizar con solo tocarme…

Entre sentimientos y cuentosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora