[✩] O1

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Los pensamientos en su mente se habían vuelto una tormenta imparable, casi como un huracán de odio hacia su persona y cada parte que lo componía. Su mente se había vuelto su peor enemiga.

Hoy era un día perfecto para parar con todo el dolor que descansaba sin renta en su interior, atormentándolo en cada que cerraba los ojos para dormir o cuando yacía entre sus manos algún objeto filoso. Hoy era el día perfecto para detener aquella agonía en su cabeza. Por eso fue que decidió salir a caminar, visitando los viejos columpios donde había conocido a su mejor amigo. "Te voy a extrañar, Kenchin" pudo susurrar con sus manos en los bolsillos antes de continuar su camino.

La siguiente parada fue el viejo dojo de su abuelo, lugar donde había conocido a su amigo de toda la vida y donde habían cambiado sus nombres para lograr que Emma se sienta acompañada. "Quien lo diría, Eddie, ese hecho nos marcaría de por vida", piensa antes de seguir su rumbo.

S • S MOTORS con sus persianas bajas y herméticamente cerrado desde la muerte de su hermano mayor. Ni siquiera sabe en qué momento llevó la mano a su pecho, apretándola a la altura de su corazón, pues aquel conocido dolor se hacía presente. "Nos vemos pronto, Shinichiro" murmura con pena antes de dejar aquel lugar atrás.

Y así siguió visitando cada lugar que recordaba con amor o con dolor, despidiéndose de cada persona que había marcado su vida. Fueron las carcajadas de dos niños al pasar corriendo por su lado lo que lo hicieron despertar de su ensoñación, volviendo a la tierra donde una hermosa feria se desplegaba frente a sus ojos.

Las luces daban un aire feliz acompañando la ocasión, aire que no logró traspasar a Manjiro, el cual miraba cada pequeño detalle que se cruzaba frente a sus ojos. No solía prestar atención a las cosas; de hecho, últimamente era alguien muerto en vida, incapaz de reaccionar a su entorno, pero aquella feria tenía algo diferente. Quizá era la vida que emanaba de cada persona en sus puestos. O quizá era que cada puesto daba cosas gratis.

 O quizá era que cada puesto daba cosas gratis

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N.A.: Hasta acá el primer capítulo, espero les haya gustado y me acompañen en toda esta corta aventura junto a mis pequeños Takemichi y Mikey de 25 años.

Abrazos gratis [Takemikey]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora