Se convirtió en alguien patético al esperar algo más de aquella mujer. ¿Dolía? Sí, y eso era lo que más lo enojaba. Saber que hubo alguien más que lo marcó, y lo volvió a convertir en alguien inestable. Era esa su pésima mala suerte.
—Fácil, al parecer me ocupe de ser su amante —respondió. A lo que Naruko solo rió a su respuesta.
—Esta es nueva —se burló la chica.
Shikamaru suspiró, porque era cierto. Era mucho más creíble decir que su relación solo fue de conveniencia para ambos, un simple pacto para saber que aparte de lo sexual nada más ocurriría, pero jamás estuvo esa parte, tampoco se mencionó el compromiso hacía alguien más. Eran solamente ellos dos... bueno, tres.
—Su esposo casi me golpea —continuó desganado, dejando a una sorprendida mujer, quien no evitó escupir un poco al escucharlo. Shikamaru no se sorprendió por la reacción, era muy bien sabido los límites que él mismo colocaba al conocer a alguien—. No sabía su edad —se defendió ante la mirada de reproche que le dio Naruko.
—¿Salías con ella sin preguntarle su edad?
—Priorizo que sea mayor de edad, lo demás es irrelevante. —Naruko asintió a lo dicho por el vago de su amigo, mientras bebían. Ir a la cárcel no era una opción para ninguno, estaban apenas en sus veintes, ignorando el hecho de que los treinta golpeaban sus espaldas, podían ser libres de enamorarse.
Solo que llegaban a fracasar en cada uno de los intentos. Por ello está siempre era una sus parte preferida cuando sus corazones eran usados como papel. Una buena cerveza fría, algo de música fuerte y lo demás se olvidaba. Sobre el viejo sillón de la sala como si fuera una costumbre el quedar despechados.
Bajó la capucha de su sudadera, y acarició su revuelto cabello rubio, soltando una leve risa al sentir las partes mal cortadas. Quizás una muy mala reacción de su parte, maldecía al Uchiha mayor por eso.
—Eres una idiota —lo escuchó decir a su lado, a lo que solo se encogió de hombros como respuesta, Sin dejar de sonreír. Shikamaru se levantó de su lugar, extendiendo su mano hacia el desastre que era su cabello, solo frunciendo el ceño al notarlo tan dañado—. Prometimos no cortarlo.
—Lo seeé~ pero... solo paso.
—¿Qué ocurrió con Itachi?
Corto, como todas aquellas relaciones fue su relato. Estaba de vacaciones, entendió Shikamaru, y en ningún momento las llamadas fueron contestas. Preocupada por su bienestar, busca el perfil de la chica con la que se encontró, preguntando por él, pero solo contestó dos horas después. Y para aquel momento, escuchó en la llamada contestada, sus risas, la burla en su palabras, y el rechazo inmediato. Itachi cortó la llamada con la frase, terminamos. A tan solo días de su aniversario, una relación en la que siempre Naruko le recordaba cuanto lo quería, una simple discusión antes de su ida, y el engaño a tan solo horas de su llegada.
Naruko rió amargamente, alzando la mirada y la poca iluminación del lugar, sabía lo que rota que estaba. Era un dolor que ni siquiera a su peor enemigo le deseaba.
—Estaré bien —consoló—. No es la primera vez, Shika, estaré bien...
Él solo negó por la vaga respuesta para justificar lo que había hecho, sin tantas ganas de reclamarle, dejó la lata sobre la mesa, y la tomó de su brazo, sin mucho esfuerzo la llevó al baño, donde tantas veces retocó su rubio cabello. Posó ambas manos sobre su cintura, y la subió a lava manos. Y se dio la libertad de rebuscar entre las pertenencias de Naruko, quien en ningún momento se quejó, eso si le resultaba chocante.
Sacó unas tijeras del gabinete, y levantó la mirada, esta vez había más claridad, dándole oportunidad de apreciar las zonas desiguales de lo que antes fue una larga melena. Volvió a suspirar, sin tantas ganas de enojarse, buscó la regadera, y la activo. Poco importaba si ambos eran mojados. No había nada que comentar en esos momentos, por lo que en silencio fue cortando poco a poco, mientras escuchaba a Naruko tararear la canción de fondo.
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Sweater Weather (Shikanarufem!)
FanfictionComplicado, pero comprensible. Bajo el ambiente húmedo de la madrugada, ambos se preguntan si es correcto lo que hacen. Lo desean, más allá de sus propios corazones. Es aquel deseo, aquel que se enmarcó en el pasado olvidaron, y nuevamente se hace...