Joel despertó con Erick casi sobre él y con la cabeza enterrada en su fuente de aroma. Se sentía pleno, su alfa ronroneaba feliz por tener cerca a su omega. Llevaba muchos años sin dormir tan tranquilo.
No evitó pasar su mano por el cabello del omega suavemente, disfrutando verlo dormir, se veía tan relajado y bonito, con sus largas pestañas tocando sus suaves pómulos y su boca entreabierta soltando suaves suspiros cada cierto tiempo. Quería despertar así el resto de su vida, sabía que luego de sentir el cielo durmiendo con su omega, no podría volver a dormir igual que antes sin él, y no le importaba, no se creía capaz de cambiar algo de la maravillosa noche que habían tenido.
Vio a Erick abrir lentamente sus ojitos mientras se removía un poco, volvió su mirada hacia su cara y le dio una enorme sonrisa haciendo que se le hicieran esas lindas arruguitas cerca de los ojos, él le devolvió una donde se podían apreciar sus hoyuelos.
-Buenos días, omega.
-Buenos días, alfa. Se siente muy bien despertar contigo.
-Pienso lo mismo, te ves muy bonito durmiendo.-pudo apreciar el sonrojo en las mejillas de su omega.
-No puedes sólo verme durmiendo, es vergonzoso.
-No lo es, se siente como estar admirando arte, va siendo lo mismo.
-Oh, por favor.-parecía un pequeño tomate y apenas estaba despertando.
-Deberíamos levantarnos, son las-miró la hora en su teléfono-oh, son las 9:30, llevaba mucho sin levantarme a esta hora.
-Wow, yo igual, vamos.
-¿Puedo tomar un baño?
-Claro que sí, yo tomaré uno en la habitación de Lottie.
Ambos tomaron una ducha y se dirigieron luego a la habitación de Erick.
-Joey, imagino que mis padres sospecharán o sabrán algo al vernos bajar juntos, y no sé si quieres que lo sepan.
-Solo si podemos decirle también a mis padres hoy.
-Diles que llegarás una hora antes que los invitados, que ocupas hablar con ellos.
-¿Les diré sólo?
-No, tonto, pasarás por mí e iremos juntos a decirle a tus padres que iniciaremos el cortejo.
-Sí, eso suena mejor.
-Ahora, bajemos con mi familia a desayunar.
Ambos salieron de la habitación y bajaron las escaleras dirigiéndose al comedor, Jay los vio desde que bajaban, ya que el espacio era abierto y se podía observar todo el primer nivel sin problema.
-¡Por fin están juntos! Estoy muy feliz por ustedes.- Jay habló, llevando la atención de los demás hacia ellos y sus manos entrelazadas.
-Ya era hora hijo, pensé que nunca iban a dar el paso.
-Estoy muy contenta de que por fin estén juntos.
Las tres personas en la mesa se veían realmente felices por ellos. Erick sabía que todos lo aceptaban, incluso su padre se veía genuinamente emocionado por ellos.
Verlos así lo hizo sentir cálido, estaba agradecido por tener esa increíble familia.
-Quiero que sepas, muchacho, -su padre se dirigió a Joel-que eres bienvenido en esta casa cuando desees, ya eres parte de la familia.
Ambos ya se encontraban sentados con la familia del ojiverde, disfrutando de los panqueques con frutas que hizo su madre para el desayuno.
-Le agradezco mucho, señor Colón, ustedes también son bienvenidos en mi hogar cuando lo deseen.
-Eres un alfa tan dulce, no tengo dudas de que eres el indicado para mi cachorro.
-¡Mamá! No me llames así-de nuevo estaba con sus mejillas rojas.
-Siempre serás mi cachorro, cariño.-
-No hay problema Er, estoy seguro de que mamá reaccionará de la misma manera.- agarró su mano bajo la mesa para intentar transmitirle tranquilidad.
El desayuno pasó entre pequeñas conversaciones y mejillas rojas por parte de Erick, ya que sus padres contaban vergonzosos recuerdos de su infancia y adolescencia. En todo ese tiempo el alfa sólo lo veía con cariño y acariciaba suavemente su mano, escuchando atento las historias de su omega.
Cuando todos se retiraron de la mesa, Joel pensó que era momento de irse, debía arreglarse para la fiesta de sus padres y volver para recoger a su omega antes de ir. La fiesta comenzaba a las 3:00, así que debía apurarse un poco.
-Creo que debo retirarme ya, necesito ir a alistarme.
-También debes recordar el regalo, me costó mucho elegirlo.
-Lo llevaremos de parte de ambos.
-No es necesario, alfa, yo tengo mi propio regalo.
-Bien, pasaré por ti a la 1:30, por favor, lleva el broche puesto.
-Lo haré, ya quiero que todos lo vean, me emociona mucho.
-A mi también, ya deseo iniciar el cortejo oficialmente.
-Pronto, alfa.
-Bien, me voy entonces.
-Por favor avísame cuando estés en casa.
-Bien, nos vemos en unas horas.- besó su frente antes de salir hacia su auto.
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Mi omega huele a lo que me gusta (bananas)
FanfictionJoel ama entrar a su oficina y ver los pequeños postres con su fruta favorita, que alguien deja ahí antes de que él llegue. Erick es solo su asistente que entra siempre con su café a tiempo para admirar los brillantes ojos de su jefe por los postres...