Capítulo 5: Conversaciones

600 78 78
                                    




No tenía intenciones de salir de esa casa hoy, pero si quería estar en paz sin que el sistema nervioso me matara, debía de enfrentarlo.

Luego de un desayuno desastroso como el de hoy no iba a aguantar más de las carentes habilidades sociales que poseía.

Toqué la puerta varias veces hasta que escuché un "adelante.

-Annie...-Su voz en tono de suplica y luego unos balbuceos de Niall al verme entrar a la habitación estirándome los brazos.

-¿Podemos hablar? -Comenté acercándome a la cama donde estaba el niño, sin permiso alguno me senté en la cama para recibir el juguete que el mini rubio me ofrecía.

-Eh... Sí, digo, es tu día libre, pensé que-...

-No iré a ningún lado hoy, no como lo llevo haciendo dos semanas seguidas desde ese lunes que llegué, usted tenía una visita y por contexto e imagino por vergüenza comenzó a evitarme descaradamente hasta el punto de ser insano. -Dije con el ceño levemente fruncido mirándolo fijamente.

Armin estaba en su escritorio con la laptop encendida y ocupando sus lentes, pero podía ver perfectamente como sus mejillas se sonrojaban y su cara hervía sin saber muy bien como reacciona a mis palabras.

-Lo siento...-Dijo agachando un poco la mirada.

Niall pegó un grito porque no le estaba dando atención justo en ese momento. Suspiré agotada mentalmente. Tomé al niño entre mis brazos para sentarlo en mi regazo y poder moverlo con una de mis piernas para mantenerlo entretenido mientras Armin se sacaba los lentes para pasarse las manos encima del rostro.

-Te faltaré el respeto porque creo que te lo mereces. -Dije rápidamente para evitar el silencio incomodo.- Es tu casa, tu vida persona. También pido una disculpa por quedarme mirando, solo que estaba impresionada que por fin te veía haciendo cosas de jóvenes de tu edad, digo, verse con alguien, pasarla bien y no solo dedicarte a trabajar como desquiciado y preocuparte por esta criatura rubia. -Dije tomándole las manos de Niall para levantarlas, como si se tratara de un peluche, pero a él le gustaba que lo moviera.- No tienes porque sentir vergüenza.

-No quería que te sintieras incomoda... -Dejó los lentes a un lado y deslizo su silla un poco más cerca de la cama para mirarme.- Niall se siente seguro y querido por ti, eres respetuosa y de confianza, jamás pensé que iba a encontrar una persona que cuidara tan bien de mi hijo que no fuera mi madre, los chicos o yo... No quería ponerme en plan que si te sentías incomoda renunciaras por una situación que se podía evitar...

Arqueé mis cejas al escuchar su argumento.

-¿Te estás escuchando, Armin? -Dije sin poder creerlo.

-¿El qué? -Me miró confundido.

-No escuchaste nada de lo que te acabo de decir ¿No? -Mencione tomando al bebé del torso con un brazo y cambiarme de lugar para sentarme a los pies de la cama y tener a mi jefe más cerca.- Es tu casa, yo soy la que debo adaptarme, no tú. Estás en tu espacio, libre albedrio, puedes tener una orgia en tu casa y es cosa tuya, moralmente no estará bien visto pero-...

-¡Annie! -Volvió a taparse el rostro tras mi comentario.

-Ok, entendí, perdón, pero en sencillas palabras, no debes avergonzarte por traer a tu novia a la casa -Acomodé a Niall nuevamente en mi regazo para seguir jugando con él para que no molestara mientras hablábamos.

-No es mi novia... -Dijo mirándome con el sonrojo en sus mejillas.

-Oh... Bueno, eso da igual, eres un chico guapo y soltero, puede hacer lo que quieras.

María [Aruani]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora