Capítulo 13: Hombre de Nieve

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-¡Mamá!

Al verlo correr hacia mí con esa alegría única, con los brazos estirados y dando pasos algo inseguros por la nieve que se estuvo derritiendo por la lluvia, solo provocó que el corazón me comenzara a bombear de una manera magistral.

Me incliné para recibirlo entre mis brazos apenas estuvo cerca. Había crecido un montón, demasiado para decir verdad, solo podía ver su nariz algo rosada y sus ojos celestes, lo demás, estaba abrigado como hijo único que era.

Apenas lo tomé, Niall me abrazo por el cuello con fuerza.

-Niall... -Dije aún sorprendida, lo levanté de su lugar tomándolo con fuerza y abrazándolo de manera protectora.

En ese momento Armin se acercó hasta estar frente a frente con él.

-No es mamá Niall, es Annie. -Dijo con algo de vergüenza mientras me miraba a mí y al pequeño.- Lo siento, créeme que se lo he corregido, sabe cuál es tu nombre y aun así-...

-No importa. -Dije rápidamente, lo miré confundida.- ¿Qué hacen aquí? ¿Por qué tienes al niño tan tarde afuera con menos cinco grados a punto de nevar? ¿Estás loco? -Elevé un poco la voz sin comprender como es que estaban tan tarde afuera con el frío que hacía.

Armin agachó un poco la cabeza.

-Comimos acá... Le pregunté a la recepcionista a qué hora cerraban y pues, me iba a volver al hotel que queda cerca, pero, mh...

Estaba nervioso, pero a la vez sabía que había hecho mal el tener al pequeño afuera.

-Hombe de neve -Niall se separó un poco del abrazo con el que me tenía para girarse y señalar a un lado del restaurante. Miré donde señalaba y claramente sabía lo que estaba haciendo hace una hora atrás, aprovechando que la nieve aún era concisa para jugar con ella.

Padre e hijo eran unos niños.

-Te acompaño a tu hotel para llevar a Niall. -Al decir su nombre, el niño me miró nuevamente con la emoción en sus ojos.- E irás a dormir ¿Ok? -El pequeño rubio asintió volviendo acurrucarse contra mí, abrazándome. Miré a Armin rápidamente.- Me imagino que tú y yo tenemos que hablar mucho.

Armin se quedó unos segundos en silencio y asintió.

-Vine a eso y otras cosas más. -Comentó sin sacarme la mirada de encima.- Vamos, son solo dos cuadras, este lugar es especial para los que vienen a quedarse por negocios, el hotel quedaba en una ubicación perfecta para encontrarte.

-Aunque no creo que haya sido muy difícil, tienes mi dirección desde hace un año. -Fruncí el ceño comenzando a caminar junto a Armin en la dirección contraria.

-Sí... Pero quería venir a verte a tu trabajo. -Agregó bajito.

-Loco, el niño está primero que todo. -Dije mirando de reojo a Niall que estaba jugando con mi cabello.

-Anne ¿Te guta la neve? -Preguntó Niall apuntando los montones de nieve acumulada en las orillas de la vereda.

-Si, aunque hace mucho frío cuando cae la nieve ¿No lo crees? -Dije con una sonrisa totalmente enternecida al escuchar como le faltaban letras en sus palabras, pero para estar próximo a cumplir tres años, hablaba muy bien.

-A Niall le encanta la nieve, apenas llegamos hoy quería salir a jugar, fue una guerra convencerlo en entrar al restaurante a comer. -Comentó Armin mirándome con una sonrisa, dando a entender el por qué estuvieron afuera esperando.

-Entiendo, sin embargo, eres el padre, Arlert, tú mandas, si hay que entrar, hay que entrar y se acabó -Dije mirándolo de reojo.

-Perdón, perdón, mi culpa -La sonrisa no se le iba, pero solo era momentánea.

María [Aruani]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora