Soobin admiraba lo que había frente a él. Aunque sentía que era algo incorrecto, puesto que conoció al autor de sus ahora mejillas coloradas hacía pocos días. La mirada del más pequeño la encontraba sublime, podía adentrarse en aquellos ojos color chocolate oscuro y perderse ahí, sin volver a tener ningún problema.
«¿Es posible que pueda existir un universo dentro de ellos...?»
Siendo sincero, perdió por completo las palabras del contrario. Aún sin saber nada sobre lo dicho por el castaño, concluyó que había preguntado algo, puesto que ladeó un poco su cabeza; quizás esperaba una respuesta. El pelinegro asintió lentamente, regresando al mundo real cuando (en esta ocasión sí) escuchó hablar a Kai.
―¡Genial! ― Exclamó con gracia y una sonrisa, para después soltar un suspiro ―Ahora sólo falta ir donde el director Bang para buscar a Molang entre las cosas perdidas, si es que alguien se lo encontró. Hyung-nim, ¿Podrías acompañarme?.
Luego de unos segundos, el mayor pudo pensar con claridad. Recordó que no sería necesario ir a la oficina del directo, esta vez, él tenía la solución.
―Bu-Bueno, Kai-ssi, supongo que tengo un mejor plan.
El contrario le miró atento, guió al más bajo hasta su salón de clases. Existía la fortuna de que estuviera vacío, así que sin ningún obstáculo llegó hasta su mochila; sacó al pequeño conejito de ésta y se la extendió al castaño.
—¡Molang~, estuviste con hyung-nim todo este tiempo! Yeonjun hyung tenía razón ― Tomó al peluche y dio un fuerte brazo, girando de un lado al otro, mostrando cuán feliz estaba.
«Bah, pero si sólo fue un día... Bien, no hay por qué quejarse»
―Soobin hizo lo que debía luego de ver cómo Molang había caído al suelo ― Comentó con una sonrisa ―Me alegra ver a Kai-ssi fe-feliz por ello.
El castaño mostró una mueca de asombro, al fin el pelinegro confesó su nombre. Sosteniendo a su querido Molang, posó sus brazos alrededor del torso del contrario. No iba a negarlo, Soobin se encontraba en un torbellino de emociones dentro suyo. La culpa y emoción predominaban en él.
―¡Soobin hyung, Soobin hyung! ― Repetía una y otra vez mientras trataba con toda su fuerza de mover al contrario a un lado y otro.
El pelinegro no podía hacer más que dejarse llevar, una vez paró el castaño, tomó asiento en su lugar, el reloj en el aula indicaba que faltaba poco tiempo para que el recreo terminara.
—Ka-Kai-ssi, sólo ten más cuidado con él de ahora en adelante, ¿Está bien?.
El menor asintió eufórico.
―Sí, no me gustaría que Tobin esté solo de nuevo, ― Comentó sincero ―Ya casi son vacaciones de invierno y no quiero que pase frío sin la compañía de Tobin.
«¿Tobin...?, Será el nombre de su mascota, quizás»
―Todo por que estén uno con el otro ― Sonrió, cerrando sus ojos.
Kai logró ver que en un pequeño espacio perteneciente al rostro del pelinegro (exactamente en la sien derecha) existía un tono diferente al que abarcaba en toda su persona.
―Quedó marcado el golpe que te dieron, Soobin hyung... ― Resaltó casi en un susurro, colocando la yema de su dedo índice en el lugar, suavemente rozó esta parte, el contrario se movió un poco ―¿Duele, hyung?.
Las comisuras labiales del mayor se alzaron un poco.
―Ya pa-pasará, no es la gran cosa, Kai-ssi.
El ceño del castaño se frunció. Sin embargo, recordó lo que había dicho su hermano. No había que ser apresurado, al menos no tanto. En su lugar, pensó una manera en la que el niño frente a él pudiera dejar de sentir dolor, al menos sólo un poco.
—Soobin hyung dice que ya pasará, pero yo no quiero que vuelvan a lastimarlo. GaNeol y los otros niños feos probablemente vuelvan a decir cosas malas a hyung... ― Hablaba en voz audible para ambos, aunque no se dirigía al pelinegro en específico; las palabras eran más para sí mismo. El foco de su cabecita se encendió ―¡Ah!, Tengo una idea.
Dejando al peluche sobre la mesita del contrario, agarró una de las muñecas del mayor, colocando su mano sobre el oído del lado correspondiente; éste no tenía mucha idea de qué era lo que quería hacer el castaño, aún así se dejó. Repitió esta misma acción con la contraria.
―¿Para qué es esto, Kai-ssi? ― Indagó curioso, luego de poco tiempo bajó ambos brazos.
«Tiene una pizca de algo, haciendo que tenga más ganas de conocerlo mejor...»
―No, no, ― El castaño colocó sus brazos de la misma manera como había hecho con el pelinegro ―Así quédate, hyung ― Hizo caso al castaño, realizando la acción ―¿Lo ves?, Si pones tus manos así no escucha nada, hyung, ¡Nada!.
Kai sonrió, puesto que sus planeaciones eran las mejores y este método debía ser efectivo para el contrario; inconscientemente, Soobin también lo hizo, mostrando una bonita sonrisa con dos bonitos hoyuelos en sus mejillas, siendo nuevo para el castaño esta imagen.
―Tienes razón, Kai-ssi ― Admitió risueño, enseguida ambos bajaron sus brazos.
―Es sólo pensar para que Kai hyung esté bien ― Asintió, sereno.
El timbre de la escuela sonó, indicando que prontamente los alumnos regresarían a sus respectivas clases. Los dos que se hallaban en el aula de 4°A se dieron cuenta de ello, indicando el momento de despedida.
―Ha-Haré lo que Kai-ssi me dijo, así será ― Expresó mirando hacia el menor, quien lucía un poco más alto debido a que se encontraba de pie.
El castaño solamente asintió. Antes de salir de dirigirse a la salida del salón, colocó ambas en el cráneo del pelinegro. Acercando a sí mismo el lugar donde se lograba ver el moretón, al final de la ceja del contrario; dejó un casto beso en el sitio, tomando por sorpresa al pelinegro que lo recibía.
Soobin pudo sentir cómo le recorría una sensación diferente alrededor de su pecho, sentía que su corazón latía un poco más rápido de lo normal. Por unos segundos le pareció que aquello no estaba mal, que estaba bien y no había de qué preocuparse.
Una vez se alejó el niño bonito, de ojos brillantes, con un aura angelical y sonrisa encantadora, escuchó las palabras que articuló, saliendo de su ensoñación.
―Espero que Soobin-ssi no reciba más cosas malas, ¡Y gracias por encontrar a Molang, hyung!.
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深 𝘀𝗶𝗻 𝗿𝘂𝗶𝗱𝗼 ─ sookai
Fanfic―¿lo ves?, si pones tus manos así no se escucha nada, hyung, ¡nada!. ꒰ ݁ ˓ de un momento a otro, el pequeño hueningkai se había hecho de un objetivo, y no se detendría hasta lograrlo. ꒱ ⠀𔓕ㅤ۪ ¡ 𝗮𝗱𝗮𝗽𝘁𝗮𝗰𝗶𝗼𝗻...