X. Zhongli.

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La noche había llegado a la habitación, las ventanas abiertas dejaban ver la luz del astro opaco entre la comodidad del manto azul, rodeada de estrellas resplandecientes y llenas de vida, sabía que era un cielo arficíal pero su belleza no dejaba de complacer sus gustos.

Rodeo el cuerpo tibio de Ajax que yacía dormido, su respiración lenta y con armonía le tranquilizaba con demasía y la sensación de comodidad crecía.
Miro su rostro sereno, sus facciones finas siendo armoniosas y llenas de belleza, su piel suave y tersa, llena de juventud.

Bajó su mirada hasta el torso de él y observo que era un cuerpo atlético, no era de extrañarse de alguien que se consideraba armar de guerra.
Había varias cicatrices repartidas por la piel blanquecina, seguro resultado de sus innumerables batallas.

Acarició una de las cicatrices más grandes, seguro era una buena historia que podría saber cuándo despertará.

Suspiro y se acomodó en la cama boca arriba, el techo comenzaba a hacer de lienzo para sus pensamientos dispersos por la confusión.

Se sentía gustoso de compartir la noche con el tipo que le hacía sentir tan calmado pero temeroso por saber que arriba alguien los miraba; recibiría un castigo por supuesto y estaba esperando la represalia por acceder al amor de un mortal y el mismo pedirle ayuda en ello.

Lo había hecho por qué hacía años no sentía la emoción de alguien, hacía tantísimo tiempo que no podía tocar a nadie y mucho menos sentir el calor del cariño rodearle.
Sumergirse entre las aguas tenebrosas pero placenteras del amor; se había escuchado mal para el, pero había sido tan fácil entrar y disfrutar.

Embriagarse del sentimiento que Ajax profesaba por el, y que lentamente surgía el suyo.

El amor...

Fortaleciéndose de cada acción que le pareciera atractiva o con la dulzura que desprendía naturalmente Ajax.
Su mente de un tiempo a la fecha estaba inundada de su nombre.
No podía sacarlo de aquel lugar y no tenía intención.

-¿Qué tanto piensas?

La voz adormilada del de ojos azules sonó después de mucho tiempo, sonrió suavemente y se giro a verle.

-En que eh empezado a tenerte cariño, bueno ya tiene tiempo.

-Es muy fácil para ti decirlo... A mí me tomó demasiado tiempo el reunir valor para confesarlo y aún así yo no lo hice.

-Ah... Aveces es mejor soltarlo, esperar lo mejor o trabajar en recomponerse de un rompimiento de corazón.
Pero... Se que ese no es el caso contigo... Me hace sentir muy bien.

Y de nuevo se abrazo al chico y le miro desde su posición, había quedado más abajo que el, por lo que tuvo que alzar más la mirada.

Ajax correspondió suavemente y acaricio sus cabellos con la suavidad como la que acariciaría el pétalo de una rosa, era lo más divino que tenía ahora, no podía lastimarle jamás.

-Ah... Haces que mi corazón duela por ti, joder Zhongli tienes un poder enorme sobre mi, deberías hacerte cargo de lo que me provocas.

-Uhm... ¿A qué te refieres exactamente chico lindo?

Su rostro enrojeció en un abrir y cerrar de ojos.
¡¿De verdad le había dicho eso?! ¡Ah!

Zhongli rió alto por el color que juraría resplandecía en la oscuridad de la habitación.

-Ya... Zhongli... Harás que te besé.

-En realidad no es algo que quiera evitar... Quiero varios por favor.

-¿Varios que?...

Una de las manos de Ajax estaba sobre la curvatura suave de la cintura de el, ahora es donde el demonio coqueto que tenía Childe salía a la luz; con cuidado le acercó hasta estar bastante juntos sus cuerpos, no recordaba alguna situación así antes.
La cercanía en cierto punto le daba más calor.

-Solo besame más...

-A sus órdenes capitán.

Sonrió amplio y sus labios del más pequeño tomaron los de Zhongli, primero fue un roce suave, poco después se abrieron paso a ser uno de sus típicos besos lentos y afectivos, el chasqueo constante era algo que le gustaba mucho de escuchar al más pequeño.

Está vez se atrevió a algo más; la mano que tenía libre había llegado a su nuca haciéndolo más profundo, la lengua de Ajax se encontraba con la de Zhongli, que es estaba un tanto sorprendido por la forma en que se encontraban aquellos miembros.

El agitar de sus respiraciones se abría paso entre el ambiente que comenzaba a hacer más y más sofocante.

El aire ya no podía entrar con normalidad entre las bocas que danzaban con la picardía a flor de piel, por lo que tuvieron que parar.

Ambos un tanto jadeantes se miraban, el color resaltando en las mejillas de ambos y sabiendo la tensión que se formaba entre ellos.

Aquella dónde tenían deseo carnal por el otro, lujuria.

Zhongli lo veía tan lejano y a la vez tan cerca, no había tenido aquel sentimiento hacia años y ahora la necesidad se había instalado en su pecho y en su mente.

Por otro lado, Childe solo dejaba ver un poco de su naturaleza, el heraldo disfrutaba de encuentros casuales con variedad de personas, aveces dando generosas propinas o pagando sus servicios.
No iba a mentir, hacía demasiado tiempo que había una necesidad por tomar un poco de lo que a él le parecía embriagante del dios.

Pero por obvias razones no se había atrevido a mencionar ni un poco algún tema de índole sexual, no quería incomodarle.

-Hubo algo diferente...

-Aja... ¿Te gustá?

Asintió con su cabeza, avergonzado por querer un poco más.

Y como si le leyera la mente, el cuerpo del peli naranja estuvo sobre el de el, estando a cuatro patas, sus manos a cada lado de su cabeza y sus rodillas a cada costado de sus muslos, se sentía pequeño.

-¿Solo un poco más?

-Solo un poco... No apresuremos tanto las cosas.

Ajax asintió mientras tomaba valor nuevamente y poder acercarse; Zhongli facilitó su trabajó rodeando su cuello y atrayendo lentamente sus rostros una vez más.

Por comodidad su antebrazo paso a ser su soporte y así pudo dejar libre su extremidad derecha, para recorrer un poco más de su cuerpo; siendo lento pero abrasador nuevamente, disfrutando del toque de ambos.

Los minutos pasaron, la necesidad de más crecía, pero Zhongli no quería apresurar las cosas, estaba claro que sentía pero no podía dar un paso adelante, tal vez ese era un nuevo temor.

Ser utilizado; caer desde lo más alto que lo habían puesto, sabía que era caer desdé lo más alto, que el destino caprichoso le arrebatará todo lo que poseía y definitivamente quería evitarlo.
Incluso posponer sus necesidades para salvaguardarse iba a ser una medida.

La noche paso entre calor, demasiado calor, cansados nuevamente se tumbaron abrazados y esperando el amanecer, durmiendo placenteramente ambos, los sentimientos encontrados de ambos se sentían en aquella habitación.

No había marcha atrás, aquel romance tenía todas la de perder o ganar y Ajax nunca perdía y si lo hacia, iba a ser contemplado para la próxima vez ganar.

Y Zhongli sabía que debía entregarle casi todo lo que tenía a su alcance y al fin el momento no le abrumaba, le gustaba y lo disfrutaba y quería seguir, hundirse más y poder disfrutar algún día, el encuentro nada lejano con el tipo que le había provocado aquella noche.






Hola, lamento que el anterior capitulo haya quedó tan mal redactado, pero espero que esté pueda compensarlo.
Sigue el trayecto lento, no puedo apresurarme.
Gracias por leer.

Kiss me More - Tartaglia x Zhongli (En Edición) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora