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Conforme varios tragos pasaban por mis manos y hacían efecto en mi cabeza y cuerpo, me sentía más relajada, suelta y confiada. Harry no necesitaba de alcohol para ser más extrovertido o soltarse, él ya era naturalmente el alma de la fiesta. Era muy divertido verlo bailar y disfrutar del momento, y aunque algunos de sus pasos era chistosos y vergonzosos, otros eran realmente buenos y sensuales. Pasos que Harry me invitaba a qué imitara pero solo a él le quedaban bien.
Las luces de colores se movían a nuestro alrededor, encendiéndose y apagándose, creando un efecto en cámara lenta sobre nuestras siluetas que me tenían hipnotizada observando a Harry sonreír, cantar, mover sus hombros y caderas, echar la cabeza hacia atrás y morder su labio para luego robarme un par de besos. Me sentía agusto, cómoda, segura, libre, llena de energía y excitación.
Estabamos bailando al ritmo de Hot in Herre de Nelly, cuando de repente un chico extraño se nos acercó y le susurró algo a Harry en el oído. Él frunció el seño, todavía bailando, y negó murmurándole algo de vuelta. El chico, que lucía muy drogado, asintió entonces y luego se fue entre el mar de cuerpos.
—¿Qué quería? —le pregunté a Harry al oído, casi gritando por la fuerte música.
—Me estaba ofreciendo éxtasis y cocaína —rió encogiéndose de hombros. Amplié mis ojos y Harry volvió a reír por mi expresión, llevando su trago a los labios.
—¿Lo has consumido alguna vez? —pregunté curiosa. Él negó pero había una expresión vacilante y pícara en su rostro, lo poco que podía ver de él por la oscuridad y las luces cambiantes.
—Ese tipo de cosas nunca, me da algo de miedo. Solo cannabis como te había dicho y uh, mushrooms. Muchas veces me dio curiosidad la cocaína o molly pero tuve un amigo cercano en la universidad que sufrió una sobredosis y por poco muere —contó haciendo una mueca.
—Que susto —parpadeé y le di un trago a mi martini— ¿Qué es mushrooms? —inquirí curiosa y confundida, nunca había oído hablar de ello, tampoco es que era una experta en drogas. Harry soltó una risa divertida y arrugó la nariz.
—Hongos mágicos.
—Hongos mágicos...—repetí y solté una risa también— suena a como un viaje psicodelico.
—Oh, creéme que lo es —él sonrió cómplice y amplió los ojos como recordando su loca experiencia— Si quieres un alucinógeno sano, te lo recomiendo. Sirve mucho para los artistas. Pero hey, que sea en un lugar tranquilo y con gente de confianza. Preferiblemente conmigo —Harry guiñó un ojo y asentí carcajeando. Y aunque no dije mas nada sobre el tema, quedó rondando por mi cabeza por algunos minutos. Sonaba... realmente interesante.
Harry me dijo para ir a la barra un momento a pedir otra ronda de bebidas, ahora yo escogí lo que él estaba tomando porque sabía muy bien. Él me advirtió que no era muy bueno mezclar bebidas y menos si no estaba acostumbrada pero le resté importancia, cuando me empezara a sentir muy mereada dejaría de tomar. Cuando volvimos a la pista, el DJ estaba mezclando techno house y gracias a la cantidad de alcohol que ya corría por mi organismo, estaba disfrutando la música como si fuese mi género favorito.
Miré a Harry en el instante que él se estaba acercando más a mi con una pequeña sonrisita de lado, se veía sumamente sexy con algunos rizos pegados a su frente debido al sudor y sus párpados algo pesados por el alcohol. Su fuerte perfume aún seguía intacto y como si tuviese un imán en mi, acorté nuestra distancia también, su rostro inclinándose hacia abajo y uniendo su frente contra la mía. La mano que tenía libre la envolvió posesivamente en mi cintura, dándole un suave apretón. Suspiré sintiendo su aliento mezclándose con el mío, sus caderas chochando discreta pero insinuantemente contra las mías. Mis manos se cruzaron detrás del cuello de Harry, sintiendo su tibia piel y los mechones en su nuca. Y aunque habían cientos de personas a nuestro alrededor, solo sentía que éramos él y yo bajo las luces de colores.
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sparks fly [h.s]
Random"Y no solo me había enamorado de Roma, la conocí a ella inesperadamente aquél verano del 1998 en Italia, adueñándose de mi corazón y sueños. Ya no deseaba volver a casa, había encontrado una nueva."