El segundo día fue peor. Todos estaban en su celular, publicando cosas en las redes sociales sobre mi muerte; poniendo que me iban a extrañar, pero yo no los conocía.
Aún había gente que me lloraba, y gente que sólo iba a hablar pestes de otras cosas, o de mí.
Todos venían de rojo como el vestido que me habían puesto en el ataúd. Era como si se hubieran puesto de acuerdo, como también de las flores.
Hoy me habían llegado cientos de coronas de flores con mensajes diciendo "Fam. Trujillo." "Fam. Alderete.", entre otras. Remarcando de quién venía el obsequio.
Conforme pasaron las horas, la señora mayor entregó unas cosas y un señor las acomodó dentro de mi ataúd. Era una cruz, un collar de un girasol, un tipo póster enrollado, un celular y una foto que no lograba ver. Cuando el señor termino de colocar todo eso en el ataúd, lo cerro y se lo llevó. Me llevaron a un tipo limusina, que fue directo al panteón, en donde todos llegaron detrás, en donde me di cuenta que todo esto era real.
No era un sueño. No era una alucinación. No estaba perdida. Estaba muerta y no quería ver a mi familia despedirse de mí.
En el purgatorio, Mad-ClepGirl (Dianessa)🐧
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Short StoryLa triste historia de una alma perdida relata la crónica de la muerte de Lovelle Madden, una chica qué, sin darse cuenta, terminó muerta. Y en el proceso de encontrarse a sí misma y asimilar lo que le había pasado, ve como la gente que aprecia se de...