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-Sesshomaru...- menciono el kirin

-Padre ¿Que haces aquí?- pregunto nerviosa.

El DaiYoukai no le respondió. Su atención estaba centrada en el rey Bestia del esté. Lo observaba de tal forma que parecía descuartizarlo mentalmente. -Apártate Towa.- dijo mientras ponía su mano sobre Bakusaiga, listo a desenvainar.

Kirinmaru lo imito empuñando su propia espada. No deseaba pelear con Sesshomaru frente a su princesa, pero no podía negarse si el Lord del oeste lo estaba desafiando.

-E-espera padre, esto no es necesario.- ella se paró delante del kirin.- Por favor, hablemos.

-Dije que te apartaras.

-No lo haré.- hablo firme.- No voy a permitir este enfrentamiento sin sentido.

-Towa...- susurro el rey Bestia. Sorprendido por la forma en la que hacía frente a su padre.

Ella lo miro de reojo unos segundo y de inmediato volvió a Sesshomaru.

-Hmnp.- el DaiYoukai se calmo.- Ven conmigo. Tienes mucho que explicar.- dio media vuelta y empezó a caminar.

La Hanyo respiro aliviada de que el combate no se llevará a cabo. Volteo para ver a Kirinmaru.- Debo ir con él.

Él guardó su espada.- Si, lo entiendo.- el kirin estaba ligeramente nervioso. Sin embargo, su preocupación no se trataba por haber estado en un potencial peligro de muerte. Él temía las represalias que Sesshomaru tomaría contra Towa ahora que su "relación" salió a la luz. Sujeto su mano.- Princesa, si llegas a tener un problema llámame. Te ayudare en lo que pueda.

-No te preocupes. Yo arreglaré todo.- menciono dándole una sonrisa.- Nos veremos después.- con esas últimas palabras se dio la vuelta y corrió alcanzando a su padre.

Él la observo desaparecer en la lejanía.

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Todo el camino hasta la mansión fue muy incómodo para ella. Su padre no menciono ni una palabra, ni siquiera la miro. Tenía un nudo en el estómago y las manos le temblaban ligeramente.

La última vez que se sintió así fue cuando Moroha, Setsuna y ella usaron a Colmillo de Acero sin permiso y destruyeron accidentalmente la entrada de la casa. Cosas de jóvenes alocadas...

Pero ya no era una adolescente. Esta vez no sería un regaño de su padre y un coscorrón por parte de su tío. Esto era un caso diferente, mucho más serio.

Entraron al salón principal de la mansión, su madre se hallaba ahí junto con Setsuna tomando el té.

Vieron llegar Sesshomaru acompañado de una muy nerviosa Towa. Tan solo con mirarlo a la cara Rin notó de inmediato que algo no andaba bien.

-Setsuna, retírate.- ordenó su padre.

Ella volteo a su madre quien asintió levemente. De inmediato se levantó y salió de allí. Al pasar junto a su hermana mayor le dio una mirada dudosa. Parecía estar preguntándole en que lío se metió ahora. La albina suspiro como respuesta.

-¿Que sucede?- cuestionó Rin.

-...

Sesshomaru le dio una dura mirada a la Hanyo blanca.- Habla.

-Hola mamá ¿Cómo estás?- levantó la mano saludándola, simulando que todo estaba bien.

Su padre frunció el seño.- Towa.- menciono con voz grave.

Rin paso la mirada de uno a otro sin entender nada. -¿Hija? ¿Que hiciste?

-eh, bueno...- se acercó sentándose frente a su madre.- Hay algo que me gustaría contarte...- agachó la cabeza avergonzada.

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