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Puntos de vista

Bajé a el patio de la urbanización mirando a todos lados a ver si había alguien, hasta que divisé a lo lejos a Manuel sentado en un banco.

- ¡Hey! - Le saludé, sin tener en mente sacar el tema.

- Oye, te tengo que contar algo -. Apagó el móvil y se dirigió a mi. Tenía mala cara.

- Estoy muy cagado, de verdad, - se aclaró la garganta y prosiguió - hoy se me han pasado unas imágenes rarísimas por la cabeza y no he dormido bien -. Al escuchar las palabras "imágenes rarísimas" me preocupé un poco.

- ¿Y por qué estas asustado? ¿Qué veías en las imágenes?

- Es que en si eran raras porque no las puedo describir, pero siguen siendo escalofriantes, no sé, me da la sensación de que algo malo está pasando.. No se tío, es una paranoia total.

- No me jodas, - elevé el tono - no es una paranoia, a mí me ha pasado lo mismo, pero...

- ¿Pero qué? - Preguntó.

- ..Yo no he sentido que tenga que ser nada malo.

- Yo creo que es casualidad y que no va a pasar nada -. Se sinceró, aunque a modo de tranquilizador.

- La verdad es que yo también.

Entonces vi a Antonio (el hermano de Manuel) saliendo del portal.

- ¡Erik! - Corrió hacia nosotros.

- ¿Qué ha pasado? - me cuestioné a mi mismo.

- ¡Mira el nuevo Fofa Mobile! - Exclamó mientras me enseñaba la pantalla del celular.

Me pegué un manotazo en la frente.

- ¿Qué pasa? - Preguntó extrañado.

- Nada Antonio -. Respondió Manuel por mí.

- Oye, esperad en este banco un momento, ahora vuelvo -. Les ordené. Antonio aprovechó y me quitó el sitio.

Fui al portal de frente a ese banco y llamé a casa de Raúl y le convencí de que bajara desde el porterillo. También fuimos los tres a llamar a mi portal a Daniel y Marco. Daniel y Marco (también son hermanos) bajaron incluso antes que Raúl, aunque Raúl no se apresura en bajar, a menos que haya un partido de fútbol. Cuando bajaron, Daniel propuso ir a comprar comida, así que aceptamos y fuimos todos a comprar algo. Ya que estábamos fuera, dimos una vuelta por el barrio. No sentía frío ya que mi chaquetón era bastante cálido.

- Manuel, ¿qué tal si buscas algún lugar guapo que pille cerca con el móvil? - Propuse.

- Eh, buena idea.

Eramos un grupo de seis, y, a pesar del frío, había un sol bastante grande y colorido.

- Oye, ¿desde cuándo está esto aquí? - Preguntó Manuel, señalando una parte del mapa.

- Tienes razón, ¿qué es eso, un castillo? - Me cuestioné. - Ni siquiera sale marcado.

- Tiene pinta -. Afirmó Daniel.

- Vamos a verlo -. Dijo Raúl.

- Eso, que pilla cerca -. Apoyé yo.

Tomamos la decisión de ir y echar un vistazo rápido, y a lo mejor verlo más de cerca por la tarde.
Empezé a replantearme lo del presentimiento, porque, si no era nada realmente, de todas maneras estábamos buscando algo que realmente sea nuevo e interesante, así qué, ¿entonces qué sería al final? ¿Nada? ¿O la intención era que buscáramos nosotros nuestra propia aventura? Esas preguntas daban vueltas a mi cabeza mientras íbamos camino a ese recóndito "castillo" en un lugar raro de la ciudad, ya que no era una zona urbana, ni tampoco un descampado, pero aún menos un bosque.

CERCA DEL PURGATORIODonde viven las historias. Descúbrelo ahora