Corriendo hacia ti (Pierre Gasly)

Capítulo 26 - Gia

Holaaaa! Adivinen quién está de vuelta 👀 Me disculpo por no actualizar antes, he pasado muy ocupada por el fin de esta temporada cardiacaaaaa (no solo porque esté sufriendo, sino porque uno de mis trabajos tiene que ver con F1) y bueno, ustedes entenderán. Ya no los entretengo más con mi drama y les dejo este capítulo que espero compense mi ausencia 💙

-¿Estás segura de que no quieres venir conmigo? México es increíble...y no todos los días tienes la posibilidad de volar en un jet de Ferrari - Pierre se había pasado los últimos quince minutos intentando convencerme entre besos mientras esperábamos el taxi afuera del edificio.

Pasó sus manos dulcemente por mi cabello y me miró con ojos de cachorrito.

-¿Por fis?

Por supuesto que estaba haciendo todo esto a propósito, me conocía perfectamente y sabía lo difícil que era para mí resistirme a sus encantos.

Pero debía ser fuerte. Por más que quisiera escapar con él, tenía una vida y responsabilidades que cumplir. Mi mundo no giraba a su alrededor, aunque últimamente se había sentido así la mayor parte del tiempo.

-Necesito elegir cuidadosamente qué cosas me llevaré a Milán - al escuchar esto sonrió como un niño pequeño - y necesito tiempo para decírselo a Jay.

Esta vez no estaba tan triste por su partida porque tenía la certeza de que nada nos separaría. Habían pasado tan solo un par de horas desde que habíamos aclarado el malentendido, pero era como si jamás hubiese sucedido.

-Te voy a extrañar - me susurró al oído.

En ese momento el taxi se detuvo frente al edificio. Sabía que realmente iba a extrañarme tanto como yo a él, pero tenía que quedarme.

-Y yo a ti. Pero tienes una carrera que ganar. Envíame un mensaje cuando llegues al aeropuerto.

-¿Gia? Mírame

Levanté mi cabeza ligeramente para mirarlo a los ojos.

-Te amo - dijo pasando su pulgar suavemente por mis labios antes de besarme y girarse en dirección al taxi.

Mi corazón se aceleró. Aunque estaba segura de lo que sentía, era inevitable no emocionarme al escucharlo decir esas palabras. Jamás me cansaría. Le sonreí y le dije adiós con la mano mientras el taxi desaparecía de mi vista.

Mi teléfono sonó. Era él.

PIERRE: Ya te extraño.

Ding.

PIERRE: Send nudes ;D

Giré mis ojos y me reí.

Entré en silencio al apartamento y me tiré en el sofá. Examiné cuidadosamente las paredes y el techo del apartamento que por estos años había llamado hogar. Aún con todo y su calefacción defectuosa amaba este lugar. Me pregunté si el siguiente inquilino arreglaría el grifo de la cocina que nunca cerraba bien, y si las nuevas cortinas combinarían con las de Jay como lo hacían las que tenía ahora.

Jay.

En la lista de las cosas que debía hacer antes de mudarme con Pierre, decírselo a mi mejor amiga era la prioridad y a la vez, lo más difícil.

Nunca nos habíamos separado por más de unos días desde aquel día en el que se había mudado al apartamento de al lado cuando tenía diecisiete y me había detenido en medio pasillo para preguntarme qué tono de tinte para el cabello estaba usando.

Realmente no sabía cómo iba a reaccionar. Sabía que aunque Pierre le agradaba era muy desconfiada por sus malas experiencias en el amor. A mí también me habían roto el corazón, pero en cuanto conocí a Pierre todo el enojo había desaparecido. Pierre realmente sacaba lo mejor de mí, y estaba convencida de que esta era la decisión correcta.

Me levanté del sofá, abrí la puerta y caminé hasta la suya. Justo cuando estaba a punto de tocar para comprobar si estaba dormida, abrió la puerta de golpe.

-Necesito salir a dar una vuelta ¿Vienes?

La seguí sin decir nada hasta que salimos del edificio y empezamos a dirigirnos al parque.

-¿Qué necesitas decirme? - me preguntó sin desviar la mirada del frente. Siempre sabía lo que estaba a punto antes de decir antes de que las palabras salieran de mi boca.

-Pierre quiere que lo acompañe.

-¿Y dijiste que sí? - Continuó viendo al frente. Parecía preocupada por algo más.

-Sí. Pero eso no es todo...Voy a mudarme a Milán con él.

Al escucharme se detuvo abruptamente.

Esta vez volteó a verme seria y suspiró.

-Necesito sentarme un segundo.

Empecé a preocuparme más de lo que ya estaba.Tenía claro que iba a mudarme aunque Jay no lo aprobara, pero no quería distanciarme de ella por algo así. Además, Jay era la única familia que tenía cerca. Mis padres y mi hermana llevaban una vida muy ocupada como para interesarse en lo que hiciera, así que había decidido no comentarles nada al respecto.

Los padres de Pierre habían sido encantadores conmigo durante nuestra visita, y quería que alguien de mi círculo cercano lo recibiera a él con los brazos abiertos.

Encontramos una banca de madera en la orilla del camino y nos sentamos. Empecé a mover nervosamente mis piernas.

-Sé que parece una locura porque nos conocemos de hace poco y porque hasta ayer estaba enfadada con él pero...

-Lo sé. Yo lo dejé entrar - me interrumpió.

Me reí. Claro ¿De qué otra manera iba a entrar?

-No sé si sea buena idea - continuó - La vida de la gente famosa es muy diferente a esta.Y los comentarios de la gente pueden ser despiadados...creo que ya te diste cuenta. Pero si es lo que tu corazón e dice que hagas, vete.

La miré fijamente.

-Yo...

-No voy a dejar de ser tu amiga, y si algo pasa estaré aquí para ti.

La abracé con ganas y empecé a llorar de alivio. Me había quitado un gran peso de encima.

Después de unos instantes empezó a reírse.

-Ya, Miss Drama. Deja de llorar - dijo soltándose de mi abrazo para levantarse.

Me levanté aún secándome las lágrimas y empezamos a caminar de la mano de regreso a casa como si nada hubiese pasado. Jay parecía más relajada, así que decidí no preguntarle por lo que parecía haberla preocupado antes. Seguramente no era nada grave.

Entré al edificio primero que ella, distraída por los mensajes de Pierre que había olvidado contestar al salir. Estaba a punto de escribirle que lo amaba y desearle un buen viaje cuando alcé la vista y miré la pared entre mi puerta y la de Jay. Me congelé y dejé caer el teléfono.

-Ten más cuidad...

Jay alzó la vista y miró con espanto la pared al igual que yo.

Alguien había marcado la pared con las palabras "la perra del piloto" en rojo.