Hola hola 💙 He pasado muy ocupada pero acá les traigo actualización para que no se queden con la duda. Les agradezco su apoyo como siempre y los invito a que empiecen a leer mi otra historia porque ya es hora de que se empiecen a cruzar 😏.
Mi mente no dejó de mostrarme todos los escenarios posibles a los que me enfrentaría al llegar a casa de Gia, impidiéndome dormir durante todo el viaje. No era solo mi vida amorosa la que estaba en riesgo, si no también mi carrera.
¿Y si Gia no me perdonaba y perdía mi asiento?
Me revolví incómodo en el asiento y pedí otra copa de vino. No faltaba mucho para el aterrizaje y necesitaba tranquilizarme un poco. Tenía apenas un par de horas para lograr que Gia me perdonara si quería volver a tiempo para la carrera.
***
El conductor del taxi me invitó con su expresión de pocos amigos a bajarme de una buena vez. Estaba tan nervioso que mis piernas eran apenas funcionales, pero logré salir con dificultad del auto y caminar hasta la puerta del edificio.
¿Y ahora qué?
Era casi medianoche y la mayoría de las luces estaban apagadas, incluidas las de Gia. Si tocaba el timbre a esta hora no solo no me perdonaría, si no que probablemente me asesinaría. Suspiré frustrado y estuve a punto de darme la vuelta para irme de allí cuando vi una luz encenderse. Era el apartamento de Jay.
Le di gracias al cielo y prometí no quejarme nunca más de esa chica.
Tomé una pequeña roca del suelo y golpeé con precisión la ventana, esperando que se asomara. Escuché un par de voces quejarse, y unos segundos después una figura masculina abrió la ventana.
-¿Qué mierd...? - Dijo molesto una voz que me resultó extrañamente familiar. Al verme, el tipo retrocedió como si hubiese visto un fantasma y se volvió de espaldas a mí, haciéndole señas a alguien.
Jay se apresuró hacia la ventana, casi sacando la mitad de su cuerpo por ella y miró en mi dirección.
Antes hablar bufó indignada.
-No puedo creerlo...-me señaló- habías tardado. Tienes 5 segundos para subir.
Siguiendo sus instrucciones, abrí la puerta del edificio y subí las escaleras tan rápido como pude. Jay abrió su puerta sigilosamente, sacando solo la mitad de su cuerpo. Su cabello estaba despeinado y llevaba una camisa de Red Bull como la que Gia había tomado de mi armario el otro día. Supuse que era cierto que se prestaban todo.
-Ustedes son todos iguales - dijo exasperada mientras me tendía las llaves - Y que quede clara una cosa: solo te estoy permitiendo esto porque tengo una emergencia en este momento y Gia ha pasado enferma todo el día.
-¿Una emergencia? - pregunté divertido intentando ver a través de la puerta al tipo que obviamente estaba escondiendo.
Me lanzó una mirada asesina.
-¿A qué te refieres con enferma? - pregunté verdaderamente preocupado esta vez.
Me sentí aún más culpable por haber actuado como un estúpido cuando tal vez llevaba enferma algunos días.
-No es nada grave, solo se intoxicó ayer. Corre, que tiempo no te sobra. - dijo antes de cerrar la puerta de golpe.
Me pregunté cómo sabía aquello antes de pararme frente a la puerta de al lado. Sostuve la llave en la sudorosa palma de mi mano y respiré profundo. Solo le pedía al universo que esta no fuera la última vez que veía a la mujer que amaba.
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Corriendo hacia ti (Pierre Gasly)
RomanceGia había jurado no poder encariñarse con nadie más...hasta que le toca hacerse cargo de un perrito perdido y termina flechada de él y de su misterioso dueño que pasa de viaje: Pierre.