Capítulo 62: El tiempo es oro

931 44 1
                                    

Pov Poché:

Los días pasaban y Daniela no reaccionaba, estaba viviendo una maldita pesadilla, no podía permitirme perderla, me hacía falta, necesitaba tenerla cerquita.

Cómo llevaba haciendo por dos semanas, iba a casa por las mañanas para ducharme y volvía rápidamente al hospital para estar junto a ella, no podía ni quería separarme de su lado.

Era martes y llegué al hospital después de una necesitada ducha, me senté en la silla que había junto a su cama y tomé su mano.

P- Hola amor, ya estoy aquí otra vez- hablé mientras entrelazaba mis dedos con los de ella- sabes...estoy deseando volver a ver esos ojitos, esa marea castaña que me tenía hipnotizada. Echo de menos escuchar tu voz, tu risa, hasta a tus berrinches echo de menos- reí.

Llevé mi mano hasta su cabello y dejé que esta se hundiera en este dejando delicadas caricias en su cuero cabelludo.

Estaba observándola cuando un pitido se hizo presente en la habitación, giré y vi como la máquina de los latidos estaba vuelta loca, las pulsaciones de Calle iban aumentando y su pecho comenzó a subir y bajar rápidamente. La mano que estaba entrelazaba con la mía comenzó a sudar y su cuerpo comenzó a temblar.

La puerta se abrió abruptamente dejando ver la figura agitada del doctor y varias enfermeras.

Dc- Necesito que salgas de la habitación Poché- exigió.
P- Pero...
Dc- Nada de peros, fuera ya- habló algo alterado.

Una enfermera se acercó a mí para que la acompañase fuera de la habitación.

L- Por favor Poché, acompáñame- dijo.
P- Laura por favor no podéis hacerme eso- hablé angustiada.

L- Poché sabes cómo son las cosas en el hospital, deja de joder que el tiempo aquí vale oro- me recriminó una vez fuera.

Laura entró en la habitación cerrando la puerta en mis narices y dejándome con la incertidumbre recorriendo mi sistema.

P- Maldita sea!!- grité ganándome una mirada de reproche por parte de la administradora.

Giré mis ojos y suspiré dirigiéndome hasta la salida del hospital, necesitaba aire.

Estaba jodida, la persona que más amaba se estaba debatiendo entre la vida y la muerte en una fría habitación de hospital, mientras yo estaba obligada a estar tras esa puñetera puerta sin poder estar a su lado, tomando su mano, observando su rostro, acariciando su pelo... El sol invernal incidía en mi cara y un gélido aire alborotaba mi pelo, erizándome la piel.

P- Si esto era una señal para saber que ella es el amor de mi vida, ya la he descubierto- dije mirando al cielo- regrésamela ya joder!! grité llamando la atención de varias familias que se encontraban en la entrada del hospital.

__________________________________________

Holaa❤️❤️ cómo andan??

Espero que os guste el capítulo ☺️☺️

En mi Instagram podéis encontrar la historia, donde la subo antes!!

Instagram: lgtbvibes_

❤️ GRACIAS ❤️

Una amante para dos Donde viven las historias. Descúbrelo ahora