Capítulo 2: Lost Cause

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Los fines de semana no eran precisamente los días favoritos de Yoongi

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Los fines de semana no eran precisamente los días favoritos de Yoongi. Tener que soportar la aterradora soledad de su confinamiento en su cuarto estudiando por horas y horas mientras escuchaba el lejano zumbido de la actividad en su casa no era necesariamente su plan ideal, y ese era al que generalmente tenía que enfrentarse una vez finalizaba la semana. Muchas veces se encontraba a si mismo ansioso de que el lunes llegara, a pesar de que la escuela era tan solo una imitación de la situación que debía vivir en su casa. Al menos ahí podía sentir que todo lo que hacía tenía un propósito. Sin embargo, ese lunes en particular, al cruzar el umbral de la puerta y ver a Seokjin saludándolo con una sonrisa, deseo fervientemente en su interior que el fin de semana nunca hubiera acabado. A pesar de ignorar su saludo como ya era costumbre, y de intentar pasar la primera hora pasando de su existencia, el mismo pensamiento seguía dando vueltas en su cabeza.

—Hoy pareces estar más amargado de lo normal—comentó Jimin mientras se sentaba al frente de él a la hora del almuerzo, seguido por Taehyung justo a su lado—. ¿Pasó algo en particular?

La verdad era que desde que el director les había dicho el viernes anterior que tenían que rehacer sus horas de servicio social, su estado de ánimo, que por lo general no era muy elevado, había decaído considerablemente. La sola idea de tener que pasar tiempo con Seokjin era suficiente para amargarlo, pero lo que más le molestaba era tener que perder horas valiosas de su tiempo para recuperar algo que no debía estar perdido en primer lugar. Además, había tenido que cambiar todo su horario para ajustar la nueva actividad que había sido forzado a hacer.

—¿Esa es la primera cosa que vas a decir?

—Ah, claro, ¿dónde están mis modales?—Jimin se enderezó en su lugar y sonrió alegremente mientras levantaba la mano a modo de saludo—. Hola, hyung. ¿Por qué tienes cara de tortura en esto bello día?

—No tiene nada de bello el día—respondió, y tenía la sensación de que ya había pasado por ese mismo escenario varias veces en los meses que ellos habían estado junto a él.

Su relación con Jimin y Taehyung era poco convencional. Llevaba algo más de dos meses conociéndolos, pero desde el primer día que llegaron a su secundaria se pusieron como misión perseguirlo en cada ocasión que podían: al almuerzo, a la hora de la salida, en las actividades extra. Habían llegado hasta el punto de crear más perfiles cada vez que Yoongi rechazaba sus solicitudes de amistad y los bloqueaba en redes sociales. Finalmente, después de casi tres semanas de acoso, Yoongi decidió sucumbir a su insistencia y resignarse a aceptarlos cerca de él. Y aunque pudiera parecer poco el tiempo que ambos se habían pegado a él como garrapatas, para Yoongi parecía que habían pasado meses interminables.

—¿Y se podría saber por qué hoy particularmente?

—No.

—Por favor. —Jimin hizo un puchero y puso su mano sobre la de Yoongi antes de que este la retirara con rapidez mientras endurecía su mirada.

Tiempo y hojas caídas | ksj + myg ; jhs + ksjDonde viven las historias. Descúbrelo ahora