Capítulo 6: Fine Line

95 15 1
                                    

Sus pasos eran suaves y la luz de la calle brillaba en el piso debajo de sus zapatos mientras regresaba a casa después de haber terminado sus clases extra

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Sus pasos eran suaves y la luz de la calle brillaba en el piso debajo de sus zapatos mientras regresaba a casa después de haber terminado sus clases extra. Ya habían pasado varias horas desde que había acabado la tutoría, pero aún no podía quitarse de la cabeza una pregunta taladrante que lo había distraído más de lo que quería.

Era esa escena, justo antes de que las palabras salieran de su boca, cuando Seokjin lo interrumpió para salir corriendo hacia la puerta en vez de esperarlo como generalmente hacía. Ya lo había hecho el día anterior, y sabía que no debía molestarlo, que debía dejarlo ir y alegrarse de que por fin lo dejara en paz, sin embargo...

Sacudió su cabeza intentando despejar sus pensamientos y soltó un suspiro una vez llegó a la puerta de su casa. En esos últimos días había hecho un intento por tratar bien a Seokjin después de darse cuenta de que trabajar en equipo para las tutorías era la mejor opción. Después de todo, entre más rápido terminarán más fácil sería con el pasar del tiempo y podría usar ese tiempo para algo más, aunque aún tuviera que quedarse en la biblioteca.

Todas estas cosas no eran porque Seokjin le hubiera empezado a agradar o algo así. Era tan solo consecuencia de una serie de pensamientos racionales que le habían venido después de esa primera semana de tutorías. Se había dado cuenta de que llevar una mala relación con él durante esos dos meses que tendrían que reunirse por las tardes solo sería contraproducente.

—Llegué—anunció apenas cruzó el umbral de la puerta y fue recibido con una sonrisa de parte de su madre mientras se acercaba a la cocina después de quitarse los zapatos en la entrada.

—¿Cómo te fue? ¿Ya comiste?

— Si, ya comí. —le dedicó una sonrisa suave, de esas que nunca dejaba ver a nadie más y su madre le devolvió el gesto—. ¿Papá no ha llegado?

—Tuvo que quedarse hoy hasta tarde. —Su madre se encogió de hombros con indiferencia, ya acostumbrada a decir lo mismo cada vez que preguntaba—. Probablemente llegará en la madrugada.

Soltó un suspiro mientras asentía y apretó los labios mientras observaba a su madre moverse en la cocina. Por lo general era incluso extraño tenerla en casa; estaba acostumbrado a encontrar el apartamento vacío después de terminar con sus clases extra. Tampoco era como que extrañara su presencia, pues sus conversaciones siempre terminaban en discusiones acerca de su futuro, y ya tenía suficiente con toda la presión que sentía sin necesitar que sus padres hicieran comparaciones o le recordarán cuán importante era que se destacara en cada cosa que hacía.

—Voy a subir—dijo después de un rato y caminó por el pasillo hacia su habitación, no sin antes escuchar la voz de su madre a sus espaldas.

—¡No olvides sacar la basura!

Cerró la puerta de su cuarto una vez llegó, dejó su maleta en el escritorio y procedió a sacar todo lo que necesitaba para su sesión de estudio nocturna. Una vez con todo afuera, se sentó al frente de su computador y sacó su teléfono para revisar sus mensajes. Antes de que Seokjin insistiera en crear un grupo de chat con los chicos de las tutorías, su aplicación de mensajes solía mantenerse en casi absoluto silencio, pero desde hace dos semanas atrás había empezado a tomar la costumbre de leer las notificaciones que llegaban a su celular.

Tiempo y hojas caídas | ksj + myg ; jhs + ksjDonde viven las historias. Descúbrelo ahora