Capítulo 5

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Me sentía cada vez más confundida, el comportamiento extraño de Donovan todas las madrugadas, y lo más extraño era que no eran constantes todas las madrugadas no decía nada al respecto, ya habíamos llegado a un punto donde por mi parte quería una aclaración de la situación, tal vez una explicación de su anormal comportamiento.

Sin embargo, no contaba con el valor necesario para preguntarle, tenía como preocupación que pasaría si llegábamos a algo y luego terminábamos significa que estaría loca buscando en donde quedarme como cuando llegue aquí. Es mejor que fue concientizándome de que debía tener otras opciones en caso de que nada resultara.

Decidí reforzar mi comportamiento a uno frío, me sentía con el ego muy arrastrado y que era la única que quería algo, como si estuviera aprovechándome de él.

Le servía las comidas con normalidad y realizaba mis labores con diligencia, todas las madrugadas el tocaba mi puerta y lo acariciaba hasta que cayera rendido luego me iba de mi habitación a dormir en el sofá, esta situación es desgastante y me está agotando, por lo que decidí acostarme más temprano de lo usual.

Está tomando siestas de horas en las tardes a pesar de que tenía mucho oficio, nada más podía dormir unas horas cómodas hasta las 3 de mañana que era cuando el señor Walton irrumpía en mi habitación.

Que le podía decir:

- Necesito dormir en mi cama, quiero que duermas en tu habitación y no vuelvas nunca más a la mía.

Digo eso y me despide, se ve autoritario, debido a eso es que no le he dicho nada y había dejado que durante una semana y media estuviéramos en esta situación.

Llego la hora de la cena y se la serví como de costumbre, a excepción de la pregunta que tenía por hacer.

- ¿Cuándo firmaremos contrato? Usted dijo que me encontraba contratada por el momento, pero nunca firmamos nada con seguridad quisiera firmar un contrato

- Esta bien lo traeré preparado mañana y revisaremos el momento del sueldo

- Esta bien, siempre disculpa me retiro

- Podemos dormir juntos el día de hoy

Me quedé estática, él quería que durmiéramos juntos en la misma habitación, no caigas no seas estúpida y especules cosas, asentí sin decir nada al respecto.

Al principio dude de mi interpretación, sin embargo, apareció más temprano que de costumbre en mi habitación.

- Quieres un té

- No es necesario

Se sentó en el borde de la cómoda mirando hacia un lugar indeterminado, luego le hice señas para que se acostara. Estaba semi acostada, se acostó en mi vientre y empecé a darle mimos realmente se sentía muy relajante la posición que adoptamos pronto me quedé dormida en esa posición.

Sentí como se movió a medianoche y me asusté, lo tome por el borde de la camisa y lo abrace contra mí.

- A dónde vas tenemos que dormir

Esta muy adormilada como para pensar, él se colocó de espaldas a mí y lo abrace por detrás, dándole suaves caricias en el brazo hasta que se relajó y nos quedamos dormidos.

Al despertar todo su peso estaba sobre medio cuerpo mío, me abrazaba con firmeza, me estaba ahogando era muy pesado a pesar de tener un cuerpo atlético, lo retire con suavidad y me levante.

En el desayuno se vio un poco malhumorado, sería que hice algo mal anoche o no pudo dormir bien.

- Te fuiste

- ¿Disculpa?

- Cuando desperté esta mañana no estabas

Estaba muy confundida que significaban sus palabras, por qué las decía al plato y no a mí, era como si me hablara, pero a la vez al vacío también.

- Cuando dije que durmiera a mi lado también incluía que te despertaras conmigo no que desapareciera como lo has estado haciendo días anteriores

- ¡Perdón! En serio no entiendo lo que quiere decir, soy solo tu ama de llaves, no algo así como tu novia, tengo obligaciones en esta casa no puedo quedarme contigo toda la noche, también tengo que hacer labores muy temprano

- ¡Entonces quédate conmigo!

- En este momento pareces un niño mimado, quien soy para ti para tener que dormir contigo todas las noches, tu sirvienta, amante o enamorada

- Y que quieres ser, me gusta lo que somos ahora

- Pero a mí no, me confundes cada vez más, me gustaría que ya no te apareciera en mi habitación

- Esta bien, no lo haré

Sentía un sabor amargo y una mala sensación por esta conversación, creo que era lo correcto, técnicamente me estaba usando sin compromiso. Cuando se fue en la mañana adelante todo el trabajo pude y emprendí camino a buscar otro trabajo, laboraría este mes y luego tomaría otro trabajo.

Nada bueno podía surgir en algo que me dio el señor malvado, le decía así porque siempre era malo conmigo, tal vez se fastidió, lo sabía con exactitud la causa del comportamiento de mi padre hacia a mí.

Y también Rachel, tenía una reunión pendiente la llamé y quedamos a las cuatro en un café céntrico, me daba nervios hablar con ella, debió a que le estaba ocultando mi situación con Donovan, claramente si le decía todo se iba complicar. Por eso decidir ocultar el hecho en nuestra reunión.

- Fugitiva

- Hija pródiga

- Como has estado, y que es eso de ese trabajo extraño, porque me has dejado abandonada tanto tiempo, tenemos que ponernos al día

- He estado muy bien, me va muy bien en el trabajo solo necesito cocinar la cena y desayuno y realizar las labores domésticas.

- Hablando de hogar, mis padres quieres que vuelvas, estaban muy agobiados con deudas sabes que no somos ricos como tú padre, a penas nos alcanza para mantenernos, sin embargo, el trabajo de mi padre mejoro y tal vez si trabajas medio tiempo puedes colaborar y quedarte en mi casa

- Ya tengo una trabajo garantizado donde estoy, no puedo devolverme de improvisto, por lo menos quiero acabar este mes

- Esta bien pero vas a pensarlo, ¿verdad?

- Sí...


Sabía que estaba siendo muy masoquista al quedarme en la casa del señor Walton, pero tampoco es como si pudiera huir como si nada, solo sería este mes...

Buscando trabajo di con un restaurant donde necesitaban un asistente de cocina, por el momento Donovan solo estaba en casa en la noche y madrugada, tenía toda la tarde para desaparecerme desde media mañana en adelante siempre y cuando dejara todo listo.

Accedí al trabajo, comenzaba a media mañana y terminaba en las tardes, procuraba dejar todo listo, llegaría muy cansada pero la paga se veía reflejada todos los días.

En mi primer día de trabajo conocí a Archie un castaño de piel color canela y un excelente sentido del humor.

- Pareces que morirás en tu primer día que haces antes de venir aquí que te ves tan cansada

- Uff que será lo que no hago...

- Si crees soportar este trabajo

- Si tú puedes yo también

Continuamos todo el turno con sonrisas, efectivamente me pusieron a lavar platos, afortunadamente no rompí ni uno.

Soleil la chica desafortunadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora