Capítulo 9

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"Oh, Dios mío."

Me desperté temblando cuando la dura puerta de metal se abrió. Adormilada aún abrí mis ojos mientras mis dientes se presionaban fuertemente entre sí. Los fuertes brazos de Toni estaban envueltos alrededor de mí, a lo que yo, intentaba apartarme.

"¿Necesitan una ambulancia?"

No le hice caso a la extraña y me volteé hacia Toni, notando que su chaqueta, solo la traía yo, mientras ella apenas tarareaba en respuesta.

" Toni despierta."

Ella asintió con la cabeza y se lamió los labios, pero simplemente quería volver a dormir como una niña en la escuela a las nueve de la mañana.

"¡Toni!" golpeé su pecho levemente. "¡Despierta!"

Se despertó completamente luego de eso y dejó escapar un gran bostezo. Sus ojos bien abiertos mientras se levantaba rápidamente y me ayudaba a mí a hacerlo. Había un hombre asiático vestido con traje de cocinero, de pie, preocupado, con la manija de la puerta en la mano.

"¿Están bien las dos?" El tipo alzó una ceja. Toni mantenía la mirada en mí, como esperando a que responda.

"Uh- sí. Nos quedamos atrapados a-ahí." Me estremecí, cruzando los brazos, abrazándome a mí misma mientras Toni y yo caminábamos hacia afuera del frío cuarto.

"La cerradura está rota." Toni dijo; literalmente hervía. "¿Por qué nadie informó al tipo que repara?"

"N-no lo sé, Señora Topaz." Tartamudeó. "L-lo siento."

"Una disculpa no es suficiente. ¿Qué tal si nos congelábamos hasta ?-"

"Toni" susurré y tiré de su brazo. "¿Podemos irnos?"

Ella resopló y se volteó hacia mí como si fuera su hija. "Cheryl, no interrum-" Toni se detuvo, reconociendo claramente la forma en la que me trataba, luego se decidió a ser más suave. "La llave de la habitación está en la chaqueta que tienes puesta, ve allí y toma algo caliente, iré dentro de veinte minutos. Tengo que arreglar esto."

Seguí sus órdenes y fui directamente a la habitación sin dudar. Necesitaba calentarme y nunca jamás sentir aire frío.

Me dirigí hacia el baño para darme una cálida ducha. Dejé unas velas perfumadas y vertí algo de jabón de burbujas suavemente en el agua humeante. Me adentré en la bañera, intentando relajar de tal manera mi cuerpo.

Hice la cabeza hacia atrás suavemente mientras el agua caía en cascada sobre mí, mojando mi pelo. Dejé escapar un relajado suspiro y cerré los ojos. La vida era tan agradable, demasiado agradable. Nunca pensé que Toni y yo podríamos ser... algo. Bueno, me lo imaginaba, pero ahora eso estaba sucediendo realmente y no tenía palabras. ¿Algo va a cambiar ahora? Solo la idea de que élla quiere estar conmigo, no solo para el sexo, me hacía sentir de una manera que no podía describir.

"Cheryl, ¿estás despierta?"

Abrí los ojos y asentí con la cabeza, mientras ella entraba y una tímida sonrisa se apareció en su rostro ante mi cuerpo desnudo. Me crucé de brazos en la altura del pecho, y rápidamente esa sonrisa, se convirtió en un puchero.

"Son las cinco de la mañana." Susurré mientras el agua aún recorría mi cuerpo. "Estoy cansada."

"Entonces, ve a la cama, cariño." Ofreció con dulzura mientras se arrodillaba a mi lado. Arremangó su manga y dejó vagar su mano sobre el baño de burbujas, sus dedos rozaban mi muslo.

"Pero hace demasiado frío." hablé con un gemido juguetón "¿Ves mi dilema?-"

Interrumpió mi pregunta con un bello estornudo mientras se mordía el labio para reprimir su risa. Su mano se arrastró hacia arriba y abajo de mi pierna, y me di cuenta de que se estaba muriendo por entrar "Esta suite tiene una gran y bonita bañera, ¿no te parece?"

Call me MommyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora