- 𝐕𝐈 - Dinosaurios y una inmensa fortaleza

61 16 0
                                    

ᶜʰᵃᵖᵗᵉʳ ˢⁱˣ

ᵈⁱⁿᵒˢᵃᵘʳˢ ᵃⁿᵈ ᵃⁿ ⁱᵐᵐᵉⁿˢᵉ ᶠᵒʳᵗʳᵉˢˢ

Cuando la nave aterrizó en tierra firme, Hefesto fue el primero en salir para vomitar toda su comida

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Cuando la nave aterrizó en tierra firme, Hefesto fue el primero en salir para vomitar toda su comida. Se prometió a sí mismo que esa era la última vez que confiaría en alguien, y aún más en las palabras: "No es para tanto".

Aquella nave letal, le había zarandeado tanto que sintió cómo su estómago entero se desacomodaba por completo. Ahora temía por si no se volvía a reacomodar. Incluso notó cuando la nave se adentró en la atmósfera, se suponía que aquello era tecnología avanzada, pero aun así sintió el calor ¡El calor que casi prende fuego sus pobres órganos! Pero él ni se inmutó, tuvo que esconder su sufrimiento, ya que Hefesto era el Dios del Fuego.

Continuó vomitando como si no hubiera un mañana, y cuando no hubo nada más que echar, se desplomó en el suelo, inconsciente. El resto de las personas que había en la nave salieron, y todos se veían realmente bien, excepto los compañeros de Hefesto, pues Dark todavía sentía que su alma se había despegado de su cuerpo.

Era peor que una montaña rusa.

Un grupo de trabajadores de La Orden los esperaba en la zona de aterrizaje, inmediatamente comenzaron a hacerse cargo de la nave. Ni siquiera hizo falta que El Ancestral abriera la boca, y unos paramédicos ya llegaban con una camilla preparada. Subieron a Hefesto en ella y Olimpia decidió ir con ellos.

Dark respiró hondo antes de enderezarse. Debía de aparentar que estaba bien, porque en el fondo no lo estaba y sentía que dentro de él había una guerra entre órganos.

Jadeó exhausto del duro viaje de tan solo unos quince minutos y decidió distraerse observando el paisaje. Y fue muy buena decisión, porque lo que sus ojos contemplaban ahora, era impresionantemente majestuoso.

—Hermoso ¿verdad? —preguntó El Ancestral acercándose a él después de terminar de hablar con unos hombres.

— ¿Estoy viendo lo que estoy viendo? —cuestionó asombrado.

Pues encima de él había nada más y nada menos que dinosaurios.

Sí, dinosaurios.

Era bastante extraña la situación. Se trataba de una gran fortaleza futurística pero a la vez con una decoración que le daba vida, ubicada en medio de un paisaje verde y lleno de colores debido a la colorida flora. Y no solo eso, este mundo que Dark aún no podía creer que era el planeta Tierra, estaba lleno de los animales que creyó extintos.

—Desconozco esta flora —comentó Logan con incredulidad—. Además de historia estudié botánica y zoología, créeme. Pero esto no lo he visto en los libros nunca.

Dark logró despegar la mirada del paisaje y la posó en Logan.

— ¿De verdad hablas de la vegetación cuando estamos viendo los malditos dinosaurios?

La Orden de Horus ➻ 𝐆𝐚𝐥𝐚𝐜𝐭𝐢𝐜 𝐔𝐧𝐢𝐯𝐞𝐫𝐬𝐞¹Donde viven las historias. Descúbrelo ahora