- 𝐈𝐗 - Comenzar de cero

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ᶜʰᵃᵖᵗᵉʳ ⁿⁱⁿᵉ

ˢᵗᵃʳᵗ ᶠʳᵒᵐ ˢᶜʳᵃᵗᶜʰ

Rusia, base de SCORPIUS

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Rusia, base de SCORPIUS

Igor caminaba con rapidez por los pasillos de la base. Estaba agitado y nervioso y no paraba de repetir en su mente cómo le diría al jefe que la chica se había escapado otra vez. Apretó los puños y las gotas de sudor cayeron al suelo, se mordió el labio con nerviosismo y respiró irregularmente.

Al llegar a la puerta del despacho, se detuvo y meditó unos segundos si tocar o no. Optó por dejar de pensar tanto y tocó tres veces la puerta.

— ¡Adelante! —se oyó del otro lado.

Tragó con dificultad y abrió la puerta. Allí estaba Vladimir, tumbado en su cómoda silla con los pies en la mesa y leyendo por enésima vez las fichas de aquellas personas. Era un hombre elegante y refinado, con aires de superioridad y alguien seguro de sí mismo. Por algo era el jefe.

— ¡Igor! —Exclamó con una deslumbrante sonrisa—. Que alegría verte por aquí. ¿Qué noticias me traes?

Se levantó de su silla y se acercó a él esperando una buena respuesta. Igor acomodó sus gafas torpemente y apretó con fuerza la nota que la chica había dejado en la mesa de su habitación. Carraspeó y procedió a hablar.

—B-bueno no son muy buenas noticias, señor —tartamudeó.

El jefe tensó la mandíbula pero sin quitar aquella escalofriante sonrisa.

— ¿Y? ¿Cuáles son mi querido Igor?

—Svetlana se escapó otra vez señor. Y esta vez ha dejado una nota —le tendió el pequeño papel mientras temblaba y Vladimir se lo arrebató de un movimiento.

"Necesitaba unas vacaciones definitivas y no temporales. Si necesitas mi ayuda pon en el GPS esta ubicación: Narnia. Allí me encontrarás sin problemas ;)"

El hombre rompió la nota en varios pedazos y los tiró al suelo con rabia. Apoyó los brazos en su escritorio y se balanceó un poco. A Igor le sorprendió que se quedase en silencio, de hecho se estaba preocupando.

— ¿S-señor? —se acercó poco a poco hasta que Vladimir golpeó la mesa con los dos puños y se giró hacia él mientras le agarraba del cuello de la camiseta y le estampaba contra la pared.

— ¿¡Cómo lo has permitido maldito inepto!? ¡Solo la teníais que mantener vigilada y has fallado en tu único trabajo!

— ¡P-puedo arreglarlo, señor!

El jefe volvió a golpear la pared pero esta vez con un solo puño.

— ¡Y tanto que lo harás! —se separó de él bruscamente y pasó la mano por su pelo tratando de peinarlo—. La vas a encontrar, y me la traerás de vuelta ¡Y yo la castigaré por desobedecerme! Esa pequeña niñata... ¿¡Cómo se atreve!?

La Orden de Horus ➻ 𝐆𝐚𝐥𝐚𝐜𝐭𝐢𝐜 𝐔𝐧𝐢𝐯𝐞𝐫𝐬𝐞¹Donde viven las historias. Descúbrelo ahora