Capítulo 10

7 0 0
                                    

Cuando llegué a casa me tomé un descanso por un par de días, para estar con mamá, para conversar y ponernos al día. Luego de esos días comencé a trabajar en el café del pueblo, como mesera, como cajera, como lo que pudiese, todo para terminar de reunir el dinero para mi anhelado viaje a Inglaterra. Andy ha llamado un par de veces para contarme algunas cosas que debo ir preparando para mi ingreso al sello, papeleo más que nada.

Andy es muy atenta, me agrada muchísimo, fuera de hablar de trabajo siempre está preguntándome por mi viaje, por mi progreso y dándome aliento para lograrlo.

Estuve trabajando un mes en el café, aun no lograba juntar todo el dinero de mi presupuesto, planeaba estar un mes en Londres, para darme tiempo, para no estar apurada y para respirar aires distintos antes de comenzar formalmente mi carrera musical. Mi presupuesto como entenderán no era bajo, la vida en Inglaterra no es la mas barata, es por ello que he trabajado duro para reunir cada centavo. Mamá y mis padrinos han sido generosos con las donaciones pero aún así aun me falta.

Ese día después del café me fui a caminar un tanto resignada y reflexiva, mi viaje está tomando más tiempo de lo que planeaba y no me gusta, necesito salir de aquí, con desesperación... me siento en uno de los parquecitos del pueblito, quiero escuchar música y olvidarme de todo por un momento, entonces meto la mano a mi bolso para buscar mi celular pero no logro dar con el, resignada decido voltear todo el contenido de este en el pasto para verlo y lo vi, pero también vi el iPod que Kyle me dio y siento curiosidad de escuchar sus canciones y experimentar lo que me dijo, escucharlo de forma íntima como él lo hizo con mi canción. Busco mis audífonos y coloco la primera canción.

Comienza a sonar su voz desnuda, sin ningún instrumento, suave y grave, dulce y melancólica, cantando disonancias, cantando blancas, ritardandos y sostenidos, viviendo el dolor, sintiendo la melancolía. Su voz suena como terciopelo celeste, un color bonito pero no intenso, un color ideal. Luego viene el forte acompañado de melodías suaves, voces, armonías, y lo mejor, su escancia.

La siguiente empieza con piano y su voz comienza despacio, pero luego los fortísimos se adueñan de la canción, el piano es irrelevante, su voz es poderosa, intima, siento su voz acariciando mis oídos y me estremezco. Duda, existencialismo, incertidumbre inundan las palabras, soledad, pérdida, amor o desamor, quizá las dos juntas... esta vez el terciopelo es rojo, fuerte, intenso y pasional, abrazando directo tu corazón y estrujándolo y su voz desgarrándose.

La siguiente tiene guitarra y su voz se torna aguda, casi irreconocible, dulce y serena, como el mar cuando te mese, el viento cuando te llega en el pelo, el aire cuando llena tus pulmones, no hay muchas mas descripciones, esta canción es como un terciopelo rosa, dulce, tierno y sereno.

Decido detenerme si no mis oídos no querrán parar de oírlo jamás. Sus canciones comerciales son buenas, son bonitas y en general alegres, muestran a Kyle positivo, gentil y divertido, pero estas canciones son duras, tristes e íntimas una forma que creo nadie lo ha oído, solo Shine y yo. Su voz es exquisita, al escuchar esto mi coraza se desarma por completo y me siento inspirada por él.

Al escucharlo no puedo evitar medio idealizarlo, y pienso, quizá por eso Shine se enamoró de él, porque tenía tan idealizado el concepto del amor y él era el hombre perfecto para dejarse llevar por ese concepto... ¿idealizar a alguien es correcto? Creo que no pero también que si, a ella le funcionó y si puedo agregar, con la voz que acabo de escuchar no es tan sencillo ver a un hombre imperfecto... es un poco freak.

– Hola Clary, ¿estás en casa?

– Hola Andy, si estoy en casa sucede algo. – suena la puerta de la casa, voy a abrir.

– ¡Sorpresa! – dice Andy en la puerta.

– ¿Qué haces aquí? – digo completamente emocionada y perturbada.

Shine (P. S: de vuelta a casa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora