Mi casa era exactamente como la recordaba, nunca había estado tan aliviada de estar en casa, de ver las calles y el cielo del pueblo, todo era tan familiar, por fin, después de dos semanas estaba de vuelta en casa. Estuve en la clínica 3 días, luego volví al loft con Travis y mamá, me hicieron unos cuantos chequeos para ver si había algún daño neurológico y esas cosas y una vez que estuvieron completamente seguros de que estaba bien, pude viajar de vuelta.
– Todo va a estar bien hija, recuperarás tu vida y serás feliz, lo prometo – dice mamá acariciándome la mejilla.
– Lo sé mamá, otra vez, lo siento por toda esta escena del terror
– No tienes que pedirme perdón, yo estoy bien si tu estás bien.
– Lo estaré, trabajaré duro en ello – me sonríe.
Mamá se ha comportado como nunca en la vida y es extraño pero me agrada, está preocupada pero tranquila, como si ya lo hubiese pasado antes o al menos esperado.
Este tiempo lejos de casa he analizado mucho lo de Shine y sí, estaba perdiendo la cabeza no solo por su muerte si no también por sus cartas. En un principio me servían y me hacían sentir bien, pero con la última no fue así, no sé que me dirá en las otras o si en realidad habrá otras, lo que sé es que actuaré con responsabilidad y como le prometí a Kyle guardaré todas las cartas hasta que esté bien.
– Travis, necesito que me acompañes a un sitio
– Claro señorita Claire – dice
– Ya no es necesario que lo ocultes, Clary ya me contó todo – dice mamá – y agradezco mucho que estés aquí – le dedica una sonrisa
– Gracias Señora Smith
– Puedes decirme Sarah, ya estamos en confianza – sonríe.
Caminé con Travis por un largo rato, conversamos algunas cosas y también tomamos aire... y por primera vez caminamos tomados de la mano y se sintió increíble.
– ¿Qué es esto?
– Hablando con Jerry (mi terapeuta) me dijo que comenzara a visitar algunos lugares significativos que tenía con Shine y que creara nuevas memorias, además de recomendarme escribir una carta y decirle todo, todo lo que siento, lo bueno y lo malo – me mira dulcemente – así que te traje aquí, este lugar esta denominado como "el mirador de Shine" porque lo descubrimos juntas y porque era nuestro lugar favorito cuando queríamos salir de paseo. Entenderás que el pueblo no es muy grande, por eso cuando encontramos este lugar fue mágico – digo recordando – además aquí creamos su lista de deseos – lo miro – ahora quiero crear recuerdos contigo – le sonrío.
Se acerca a mi y deposita un beso en mis labios.
– Dime Clary, que opinas de un baile ¿te animas?
– ¿Un baile? – sonrío
– Si, ven aquí, tienes que cerrar los ojos y bailar como si nadie te estuviera mirando. – me pongo a reír.
– Es una idea terrible, pero me agrada, hagamos un baile.
– Bien, cierra los ojos – los cierro; se acerca a mi, besa mi frente, mis mejillas, mi barbilla, mi cuello y luego mis labios.
– Déjate llevar, saca todo eso que tienes dentro y baila, baila como si la vida se te fuera en ello – asiento – ¿Lista? ¡Ahora!
Comencé a moverme, sin ningún ritmo o coreografía, solo me movía con todas mis energías, intentando gastarlas, se sintió bien en un comienzo, pero luego se vinieron todos los recuerdos y emociones y ya no se sintió tan bien, pero seguí bailando con todas mis fuerzas.
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Shine (P. S: de vuelta a casa)
Teen FictionShine y Claire eran de esas mejores amigas que no lograban estar separadas porque su amistad traspasaba todas las barreras, incluso la enfermedad de Shine, esa que la consumía día tras día... pero a pesar de ello Shine sabía como disfrutar cada mome...