He cumplido la meta, al fin estoy rumbo a Inglaterra, anhelaba con todo mi ser poder viajar, poder inspirarme y poder recordar esas dos semanas tan intensas que viví con Shine... aun cuando siento ese sabor agridulce por dejar a Travis en casa.
He traído todas las cartas de Shine y he traído mi diario de viaje para documentar, para escribir e inspirar canciones para ella.
Inglaterra es una tierra soñada y mi estadía será aún más cómoda por la ayuda que Andy consiguió, tener un pequeño departamento y un auto, para poder desenvolverme con total libertad. Aunque nada esté 100% solucionado, el sello y Andy han sido muy generosos conmigo y eso lo agradezco de maneras que no puedo expresar.
– Buenas tardes señorita Smith, aquí están las llaves de su loft y de su auto – dice un sujeto de mediana estatura que me esperaba en el aeropuerto – Muchas gracias – sonrío
– La señorita Torres ha dejado algunas cosas en su loft para hacer más amena su estadía, espero que disfrute mucho sus días en esta bella ciudad – sonrío aún más al escuchar sus palabras – La guío a su auto – toma mi maleta y me guía
– Muchas gracias por todo, adiós – me despido con la mano y me subo al auto
Recorrer Londres por segunda vez pero desde esta perspectiva es increíble, lleno de aire nuevo que llena mis pulmones de inspiración y melancolía.
Han pasado 8 meses desde que Shine se fue y aún sigue siendo difícil, extraño su sonrisa y su entusiasmo, como me gustaría tenerla aquí al lado, parloteando de todo lo que ama estar aquí, puedo imaginármela.
Cuando llego a la dirección que me dio Andy y entro al "loft" que me dijo, quedo asombrada de lo hermoso y acogedor que es, no es un lugar tan grande pero es espacioso y está lleno de detalles. Sobre la mesita de centro hay una caja llena de rosas y una nota:
Querida Clary:
Con todo nuestro amor para tu viaje de inspiración
Colours records
Me pongo a reír emocionada y agradecida de esto, amo las rosas y nunca había recibido una caja de ellas y chocolates en toda mi vida.
Una vez que instale algunas de mis cosas decido salir a pie y buscar un café para reponer mi cansancio y para sentir su aroma que me transporta.
Caminar se siente bien y respirar se siente bien, tan puro, tan sofisticado, tan único.
El café más cercano estaba a una manzana del departamento, era un lugar pintoresco y atractivo, sin mencionar ese olor a café que me hizo entrar volando a por el.
– Buenas tardes, ¿qué puedo servirte?
– Hola, quiero un expresso por favor – la chica me sonríe; pago mi anhelado café
– Puedes esperar en una de las mesas y te llevaré tu café.
– Genial, muchas gracias.
Me siento feliz en la mesita de afuera del café y saco mi libreta y mi celular para empezar con este viaje de inspiración. Mi café llega pasado los minutos y por un minuto me siento en casa, con Shine, tomando café en nuestra habitación a escondidas; Shine por sus medicamentos no podía tomarlo, pero a veces nos gustaba romper las reglas y sólo ser nosotras.
Logré escribir algunas líneas, reírme recordando cosas y saborear ese exquisito expresso. El comienzo de este viaje está siendo increíble.
Escucho un revoloteo frente al café donde hay un restaurante que se ve fino. Escucho gritos, revoloteo y a mucha gente acercándose. Mi paz del momento se interrumpe y en un solo segundo toda mi atención está frente a mi, en el revoloteo. Es cuando comprendo tanto griterío, veo a un hombre alto, veo un cabello alborotado y unos ojos verdes, el revoloteo era por Kyle que intentaba entrar al restaurante a comer. Por alguna extraña razón sentí alegria de verlo, ver una cara familiar y sin poder procesarlo comencé a caminar a toda prisa hasta el ventanal del restaurante, pasando por encima de todos los paparazzis y lo veo, ahí está, con cara agotada, ahí está su ser, ese ser que pensé que no volvería a ver.
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Shine (P. S: de vuelta a casa)
Teen FictionShine y Claire eran de esas mejores amigas que no lograban estar separadas porque su amistad traspasaba todas las barreras, incluso la enfermedad de Shine, esa que la consumía día tras día... pero a pesar de ello Shine sabía como disfrutar cada mome...