Shine (P. S: de vuelta a casa)

Capítulo 6

Cuando llegamos al hotel Kyle me ayudó a arreglar todo, los pasajes, el hotel, todo. Después de nuestra cita perfecta tenía que volver a la realidad y vino de golpe... él estuvo a mi lado todo el tiempo ayudándome en todo lo que necesité.

Varias veces tuve que detenerme, porque simplemente necesitaba llorar, era frustrante, me agotaba, pero no podía detenerme, necesitaba sacar todo eso que me estaba ahogando y que por el entusiasmo de la cita no me había permitido sentir. Kyle me refugiaba en sus brazos y acariciaba mi espalda con paciencia y ternura. No dije mucho durante la noche, él tampoco, pero fue especial en todos los sentidos. Me sentí segura y apoyada, sabía que, aunque no habláramos él estaba para mí de todas las formas posibles.

Después de todo esto era hora de llamar a Clary y contarle todo.

– Shine... ¿qué pasa?, no sueles llamarme tan tarde, ¿todo está en orden? – dice Clary desde el teléfono.

– Es hora Clary – digo ahogada.

– ¿De qué estas...? – escucho un sollozo leve en el teléfono y eso hace que mis ojos comiencen a lagrimear; Kyle sostiene mi mano con fuerza – ... dime que no es cierto, por favor dime que es una broma.

– No es una broma, Pat lo confirmó con los análisis de hoy – su llanto se hacía notar y mi corazón se apretaba más y más; Kyle me sujetaba la mano con todo el apoyo y amor que podía. – Aun tenemos un poco de tiempo ¿sí?, ya arreglé todo, tu vuelo sale mañana, el mio también, nos encontraremos en Londres y haremos muchas cosas, no te preocupes por mí, estoy bien, estoy tranquila, así que tienes que ser fuerte, porque tenemos que concluir nuestra aventura... Se fuerte, te veré mañana, por favor intenta descansar, te quiero mucho, adiós.

– Te quiero... y Shi, vuelve a casa pronto, te extraño – mi corazón se apretó al escuchar eso.

Me quedé sentada en el alfeizar de la ventana aferrada al pecho de Kyle hasta que amaneció. Al cabo de un rato Kyle besó mi frente y se dispuso a salir por la puerta.

– Kyle, espera – se detiene y me mira.

– Dime querida.

– Hay algo mas que quiero pedirte – lo miro con cansancio – mientras estábamos en el salón de tatuajes no pude decirlo porque no quería arruinar el momento, pero ahora quiero decírtelo.

– Claro, dime.

– Quiero que te tatúes otra cosa – frunce el ceño – hay 2 letras que significan mucho para mi y ya que yo no estaré quiero que tu las lleves.

– Esta bien, que letras son – me acerco, tomo su mano y señalo el interior de su muñeca

– CS

– Está bien, lo haré – besa mi frente y se marcha.

Al conocer a Kyle y pasar todos estos momentos con él me di cuenta que es un hombre increíble, tan increíble que merece algo mejor que una mujer medio moribunda. Él me recuerda a Clary y es por eso que le pedí que se tatuara sus iniciales, porque he ideado un plan, cuando me muera, Clary y Kyle tienen que conocerse y enamorarse, están hechos el uno para el otro. Ellos son mi plan maestro y haré todo lo posible para que funcione. ¿Mi método?... cartas.

He escrito muchísimas a lo largo de mi enfermedad y he ideado este plan de dejarles y enviarles cartas a mis seres queridos una vez que haya muerto, pero ahora la fase final de este plan está en marcha... las cartas para Clary y Kyle.

En el transcurso de la madrugada escribí algunas cartas. Miro como el mundo sigue su curso, como no tiene lástima de nadie, como a pesar de todo sigue, corriendo a toda prisa.