Capítulo 3

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Tardamos un poco en salir del MSG, había muchísima gente afuera y muchos reporteros haciendo miles de preguntas a Kyle, fue algo chocante de ver, no pensé que fuese tan agotador esto, pero al final de todo lo logramos, fue algo estresante, pero él parecía entretenido y eso me hacía estar tranquila.

Subimos a su auto y fuimos al supermercado más cercano. Él no tenía idea de que comprar, así que supe que no cocinaba con frecuencia, no lo juzgo, yo tampoco lo hago. Nos dimos varias vueltas por el supermercado.

– Así que... – me mira interesado.

– ¿Así que qué? – le devuelvo la mirada; me sonríe.

– Tu amiga loca, ¿dónde está?

– En casa – sonrío nostálgica – Berrien Spring, en Michigan es un lugar muy mágico, tranquilo y especial.

– Hablas de ella con un deje de nostalgia, no conozco Berrien Spring. – lo miro a los ojos.

– La extraño muchísimo. Extraño estar en casa. Ha pasado casi un año desde que me fui y un año sin verla – saco un paquete de papitas y las pongo en el carro. – A veces pienso en todo, ¿sabes? – hablo como si lo conociera de toda la vida – en que realmente no sé cuánto tiempo me queda aquí y no quiero morir sin verla antes. – me mira sorprendido.

– ¿Por qué no viajaste con ella?

– No lo sé realmente, quizás solo quería irme sola por un tiempo y me llevó más tiempo del que planeaba. – me encojo de hombros.

– No sé que decir, no puedo pretender entenderte, solo puedo decirte que eres increíble.

– Increíble no – me adelanto; lo miro hacia atrás. – Extraordinaria cariño. – sonríe. – esa es la confianza que me caracteriza... y si, soy extraordinaria, digan lo que digan.

Compramos pasta, algunos snacks y un par de cosas más. Es muy divertido, después de la conversación algo extraña me contó cosas sobre su vida, tiene un departamento en NY porque le gusta estar allí, pero vive en LA aunque nació y se crio en Inglaterra. Tiene una hermana mayor, es el más pequeño, su madre y su padre son divorciados y tiene padrastro. No tiene idea de cómo está donde está, sólo sabe que es afortunado, lo repite cada cierto tiempo, hasta yo me siento afortunada. Él es agradable.

En el viaje de camino a su casa, escuchamos música, le pedí que me mostrara su canción favorita de su nuevo álbum, pero en vez de eso me mostró canciones inéditas que había grabado hace unos días. Eran tan hermosas y especiales. Quizás este era el momento más especial e intenso de mi vida.

– ¿Por qué me las muestras? – me mira velozmente.

– No lo sé, creo que tengo esa sensación de que eres la única que las escuchará de esta manera. Tan íntimas. – sonríe tímido.

– Me siento privilegiada – me sonríe. – No pensé que artistas como tú, con tantas aventuras sufriera tanto por algo tan simple como esto.

– Todos piensan que somos intocables o que no nos pasan cosas malas, pero créeme que a veces sufrimos más y lo peor es que no podemos demostrarlo. Mi manera de sacar todo eso es escribiendo canciones. – sonrío y subo el volumen de la radio.

– Quiero tener estas canciones cuando vuelva a casa. – me mira extrañado y alegre.

– Esta bien, te haré un compilado de mis canciones inéditas.

– Me parece perfecto y prometo que nadie mas que yo sabrá de estas canciones – sonríe agradecido; después de tres canciones y media mas aparco el auto en el estacionamiento de su departamento.

Shine (P. S: de vuelta a casa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora