Extras de los perversos mundos 1 (El asesino de la orquídea.)

El desierto :1

Advertencia: Contiene tema sensible como:Violencia extrema sin muchos detalles. 

Extra del desierto.

Antes de ir a España, antes de la muerte de las Naoko, días después de que Mónica fuera dada en pago, los chicos aún no viven con Carlota.

Narra Carlota.

-Enserio, ¿Quieres meterte ahí? - he escuchado esa maldita pregunta desde que abrí el mapa.

Necesito pasar la coca y el que ellos anden con sus pendejadas no me ayuda absolutamente en nada. Tengo más de doscientas cubetas de coca pegadas por los malditos alacranes y su "No traficamos coca".

Si claro y yo soy virgen.

Malditos.

No me quisieron traficar por el simple hecho de que no les di el 50% de la ganancia ni que fuera idiota.

Así que buscaré al Señor del desierto.

Una de mis Naoko's me llegó con el chisme de que ya salió del retiro que tuvo, lo conocí una vez de lejos, cuando fue a comer con Casimiro.

Y luego volvió a desaparecer por 5 años, dicen que estuvo en un retiro, pero yo digo que se hizo adicto alguna mierda.

Pero ahora que está de vuelta los malditos gatilleros no me detendrán de hablar con él.

-El famoso Román- digo viendo la foto que me dan los drones sobre su mansión.

"En serio con Ángela" pienso al ver cómo le abre la boca para que se la mame, en su cara solo hay aburrimiento y no se ve por ningún lado un atisbo de placer.

Y en mi opinión no es una mala mamada.

-Yune- veo como deja de golpear al idiota ese que suplica que lo deje.

- ¿Tú hiciste caso a las súplicas de esas niñas? - Dice Akiro.

-O al menos te importaron, !¿sus gritos?,¿sus lágrimas?,¿su dolor?, no verdad ¡- aterrizan cinco golpes más que lo dejan sin aliento.

-Y creerlas que tus patéticas palabras me ablandaran, pues para que lo sepas me ablanda más un vaso de agua que tu maldito pedófilo- la máquina pasa cortando el miembro quemado que lo hace llorar y gritar aún más, la cara de Akiro me reflejan el dolor que él sintió cuando le hicieron lo mismo a su pequeña hermanita y no pudo salvarla de saltar.

Que en paz descanse su alma.

Me persigno en dirección al cielo y él lo entiende ya que repite mi acción desencadenada la de Aníbal y las de mis hackers.

-Tienes las camionetas listas- Se ríe del llanto del asqueroso ese, antes de volverme a ver.

-Si jefa, están a su disposición hace dos horas-

-Excelente- Digo terminando de afilar el cuchillo.

- ¿Cuánto la dañaste? - digo buscando el sitio por donde voy a empezar.

¿Cuello?, ¿Espalda?, ¿O voy directo a los riñones??

-Mejor lo hacemos largo- manifiesta Kenzo preparando el ácido que le untaré igual a mantequilla.

-Magnífica idea- Dice Asa tomando el cuello ensangrentado.

- ¿No contestaras? -

- ¿Para qué?, para que se sigan divirtiendo malditos locos- escupe la sangre que me hace soltar el golpe que termina de romper la nariz que derrama aún más sangre.