Jade bajó solo en bañador a la sala y se sentó en la barra. Marisa también y desayunaron hablando de muchas cosas, y él preguntó por su mamá varias veces, y Marisa entonces, le respondía con más detalles del día anterior para que se sintiera mejor y terminaba tranquilizandolo diciendo que estaba ella para todo lo que necesiten. Realmente era una buena mujer, si no fuera por ella él no podría haber ayudado a su mamá, puesto que cuando era Mateo no tenía consciencia propia, y si era realmente Mateo, no tenía la madurez para poder ayudar a su mamá tampoco, simplemente habría sido complicado.
-bueno peque- decía Marisa levantándose de la mesa y acomodando todo -vamos a ver si puedes ayudarme con esto-
Jade se levantó lentamente y la siguió a la habitación adjunta, se percató de que había unas cuantas bolsas y cajas y un cambiador de ropa.
-acaso?, va a vender ropa en mi casa?-
-jajaja, no niño, esta ropa son muestras de lo que vendemos en el pueblo, y quiero usarte de modelo para la ropita de este verano, te acuerdas que te lo propuse el otro día?-
El niño abrió enorme los ojos y comenzó a vislumbrar todo tipo de atuendos de entre las bolsas.
-si estás de acuerdo pues…- Marisa no pudo terminar la frase cuando observó a Jade que ya había sacado una camisa blanca con botones celestes que se encontraba colgando de un perchero y se la comenzaba a poner.
-me queda perfecta, y combinado con mi bañador- decía el niño mientras torcia levemente la cintura, y dando pequeños saltos de felicidad.
-veo que te gusta probarte ropa, como lo había supuesto- Marisa estaba contenta, su hijo nunca quería probarse ropa nueva y siempre estaba con los mismos atuendos, a pesar de tener un guardarropas excesivamente completo.
Jade por su parte, prefería usar poca ropa, pero siempre algo distinto o combinaciones nuevas, veía muchas revistas donde hombres y mujeres se vestían de manera elegante, aunque otras veces bastante excéntricos, él estaba dispuesto a probarse todo, pero nunca tenía disposición de tanta ropa, como la que ahora tenía en su propia casa, estaba muy feliz.
-bueno, la idea es que poses para mi, y serás la carita de nuestro nuevo portfolio, te parece?-
-wiii, si- decía Jade
-excelente, empezaremos con los bañadores, ya que tienes uno puesto y te ves tan mono a composse,ya estamos listos para empezar- Marisa le sacó varias fotos y luego llegó el momento de cambiarse -bueno Jade, aquí tienes este otro boxer, para cambiarte por ahí, en el cambiador, yo estaré esperándote ajustando la cámara-
Jade entró al cambiador y había unas cuantas perchas y un pequeño asiento, cerró las cortinas, colgó el bañador que debía ponerse y comenzó a quitarse el que tenía puesto, al momento de querer colocarse el nuevo, se percató que este tenía un corte diferente, y que quizás le quedara de otra forma, metió las dos piernas y lo subió,pero dicho corte quedó trabado en sus pompis, por lo que no quiso estirarlo con el riesgo de romperlo, y se estaba poniendo nervioso.
Marisa, al notar que el niño tardaba tanto, instintivamente fue hacia el cambiador y le preguntó a Jade si estaba todo bien.
-es que...creo que el bañador no me queda- a Marisa le pareció extraño lo que le decía, puesto que era el mismo talle que el anterior, y sus prendas nunca variaban tanto, pero entonces recordó, que en la nueva edición había un corte nuevo que nunca habían probado
-Jade, recuerdo que el que te estás por probar es un corte nuevo, creo que tendré que ayudarte a ponertelo-
El niño se sonrojó y lanzó un rotundo -nooo, no hace falta, ya termino- forcejeando un poco para ver si entraba, lo cual parecía inútil
-está bien, pero si lo rompes, ya no tendrás que ponerte al salir del cambiador- decía la señora de manera maliciosa y con una risita, asomando la mano y quitando el bañador que estaba colgando.
-eres muy mala- decía Jade con los ojos brillosos, pero el era grande, y no le ganarían en esta ocasión las lágrimas
-aww, perdón peque, pero piensalo, no hay de que avergonzarse, quien te crees que te cambió los pañales anoche cuando tu mami ya no podía?-
Jade comenzó a negar con la cabeza y pensando en la vergüenza que le hacía sentir eso, hasta que, reflexionó y se dijo así mismo -(bueno, después de todo, si esta señora me cambió, aún siendo Mateo, era yo, y si me duermo, puede que me tenga que poner pañales ella, si mamá no llega. No me gusta, no me gusta nada, pero tampoco es el fin del mundo, así podré andar libre por la casa si está ella también)- y así, sacando a cuentas que habría más ventajas que vergüenza, el niño cedió y abrió las cortinas, dejando expuesta su desnudez y su infortunio con esa dichosa prenda.
Marisa se agachó, y mientras decía -a ver, vamos a acomodar ese bañadorcito problemático- ponía sus manos por detrás de Jade y bajaba la prenda un poco, levanta la parte delantera y así cedió la trasera, que con suavidad calzó perfecto al instante -listo, lo ves, no era tan difícil-
Jade miraba a la señora hacía arriba con los ojos un poco llorosos y con un poquito de vergüenza todavía-
-vamos, que hay mucha ropita para probarse, y si terminamos, te quedas con todo-
Fue ahí que Jade se levantó y ya sin vergüenza comenzó a posar y a dejarse ayudar cada vez que necesitaba ayuda con los cambios.Así pasaron toda la mañana, el niño se probó infinidad de playeras, shorts, y calzados muy novedosos, bañadores de todo tipo para la playa y la piscina y hasta ropa interior y de dormir, se sentía todo un modelo. Marisa le daba indicaciones de como posar y le acomodaba la ropa siempre que lo creía necesario. Todo iba perfecto, hasta que se terminó toda la ropa de las cajas y las perchas, y Jade dió por entendido que había cumplido con su objetivo, estaba exaltado de la emoción, toda la ropa que se había probado le encantaba.
-ya terminamos?- preguntaba con emoción
-aun no…, todavía falta algo, y creerás que es una trampa, pero bueno, te lo pido si es que aceptas-
El niño extrañado, pero con seguridad le decía -si Marisa, que falta, me lo probaré con gusto-
-pues…falta la ropita para Mateo-Nota: bueno, yo sé que no puedo pedir mucho, pero si para mañana esta parte llega a 10 likes largo la segunda porque entenderé que tienen muchas ganas de saber que es lo que le pedirá Marisa a Jade. Sino la prepararé para la semana próxima, besos 😘
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Reemplazando a mi hermano
General FictionJade es un chico muy sensible, y queda traumado con la muerte de su pequeño hermano, tanto que tratará de suplantarlo para que el y su mamá se sientan un poco mejor