Una realidad hecha sueño

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Jade y Mateo han vuelto, espero no haberme tardado demasiado, disfruten ;)

Su cabeza daba muchas vueltas, había un sentimiento confuso pero Nico le había ofrecido una solución que le agradaba. Así mismo no sería nada fácil decirle esto a su madre. Lo pensó el resto de la tarde y al llegar a la noche, mientras Julia le daba un baño tibio en la bañera, de seco en su boca, pero después de mucha meditación interna le dijo. -ma, sabes que yo soy Jade verdad? Que no soy Mateo, que Mateo no volverá- sus ojos se ponían brillosos y los de su madre también

-cariño, claro que se que ahora no eres Mateo, y estaba esperando este momento en que dejaras de fingir. Sin embargo, logré entender algo-

Jade miraba atónito a su madre, no sabía ni se imaginaba que era lo que podía estar pasando.

-El papá de Lola me dijo que te tratara de manera inversa, cuando eras Mateo como a Jade, y cuando fueras Jade te tratara como, Mateo. El hecho de que ambas partes hayan evolucionado de distintas maneras, no me deja la menor duda de algo-

Julia tragó saliva, y siguió -dentro de tí, si habita el verdadero Mateo, no sé como, ni por qué, pero Mateo vive en tí, de manera espiritual, y física-

-pero…- el niño no pudo continuar la frase y se quedó pensativo, y callado

-mi amor, no sé como seguir con esto, pero buscaremos una manera-

En ese momento, Jade se despabiló de su shock, para tratar de calmar a su madre, que ya estaba entre sollozos y pidiendo perdón por no saber como ayudarlo, algo que en principio le pareció una segunda oportunidad, ahora era algo que podía arruinarle toda la vida a su pequeño, a ese que por suerte todavía tenía con vida.

-mami, quiero ser Jade otra vez!-

Julia levantó la vista un poco desconcertada

-basta de pañales, chupetes, bacinicas y biberones, soy un chico grande y ya crecí, dejame bañarme solo y lo siento mami, lo siento mucho pero tampoco sé que me pasa- el niño rompió en llanto, el intento de calmar a su madre le provocó una inmensa presión en el pecho que ya no podía controlar. Ambos se abrazaron por unos largos minutos, llorando y consolándose, tratando de continuar hablando sin poder hacerlo.

Al pasar estos minutos, donde el gesto ahogado de los sollozos perduraba, pero grababan en el aire una calma donde el fuego más hostil se extinguiría, Julia volvió en si, y siguió tallando el cuerpo de su niño.

-mi amor, por hoy, termino de bañarte, y te pongo tu pijama para dormir, concédeme eso, y mañana estaré mejor, para que pensemos una solución-

-mañana, posiblemente yo…-

-si, lo sé cariño, pero hay que afrontarlo, y quiero que sepas una cosa-

Julia meditó un poco, si era apropiado decirlo en este momento, y no provocaría en el niño otra crisis, pero creyó finalmente que hasta sería bueno que lo sepa.

-sabes? Tu hermanito ya a aprendido a ir al baño, por lo que esta noche solo le dejaré el plástico al colchón y podrás usar tus boxers de niño grande, tu playera favorita, y dormir como el Jade que conozco-

Al niño nuevamente se le comenzaron a poner brillosos los ojos, y no era por el jabón, mientras su madre lo estaba secando, sentía como el orgullo de que su contraparte, en este caso, su hermano que parecía ser el verdadero Mateo, a través de su propio cuerpo había logrado una mejora que nunca había podido superar en su corta vida, algo así, aunque un poco confuso todavía, era para festejarlo, aunque entendía que nunca podría festejarlo junto a él, cosa que le dió mucha tristeza, y un vacío que solo el tiempo quizás, podría medio llenar, entre sueños y recuerdos, entre nuevas personas que iluminaran su vida, pero todavía era pequeño para saber todas esas cosas, la simple tristeza abarcó su mente.

Reemplazando a mi hermanoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora