XLVI

593 90 8
                                    

POV JIMIN

Jungkook me abraza y llora conmigo, estoy exhausto física y moralmente, no me alejaré de él jamás.

-Dime que estás bien.

-Lo estoy, un poco amoratado, pero bien. ¿Y tú? ¿Has terminado tu trabajo?

-Sí.

-Jungkook... ¿En verdad no me has extrañado ni un poco?

Me abraza y besa mi cabeza, pero no contesta.

-Yo te amo Kookie, más que a nada y a nadie. Vine por ti, vine para llevarte a casa, vine por una nueva oportunidad... déjame caminar, déjame ayudarte y te juro que después de lograrlo, me quedaré en casa encerrado toda la vida si tú quieres, pero contigo, a tu lado. Por favor Jungkook... por favor.

-Cuando camines irás a practicar y seguirás siendo el mejor bailarín.

-... no si tú no quieres. Dejaré mi carrera si me lo pides, dejaré todo por ti.

Se separa de mí y me ve asombrado, le sonrío y le acaricio su cara, es tan guapo y es mío.

-Por ti, lo que quieras.

-No quiero eso, quiero que vuelvas a caminar, que vuelvas a hacer lo que amas...

-No lo haré si tanto dolor te causa. Lo juro, si no estás a mi lado, no importa si vuelvo a caminar.

Me abraza, me besa, le correspondo, acaricio su espalda, lo he extrañado tanto, muerdo su labio.

-Jimin...

-Déjame... déjame demostrarte cuánto te amo, cuánto te he extrañado...

-Yo mando.

Abro los ojos y su mirada irradia posesión y deseo. Le sonrío.

-Tú mandas.

Jungkook está sobre mí, está tocándome como hace tiempo no lo hace, sus caricias son suaves, me prepara minusiosamente, me embiste profundo y duro, todo, absolutamente todo mi cuerpo lo siento caliente, no quiero prestarle atención a mi cuerpo, salvo a la satisfacción que éste siente, con mis manos recorro el cuerpo de Kookie, es tan suave y marcado, giro mi cara cuando sus besos me atormentan, sé que quisiera marcarme como hace tiempo, sabe que ahora no tiene que celarme, sabe que soy solo de él, toca una y otra vez mi punto más placentero, mi orgasmo lo siento acumularse tanto que creo voy a estallar de placer.

Se detiene, abro mis ojos asombrado, ¿Es que acaso terminó? No, él no me haría eso, me muevo para instarle que siga, pero no lo hace, volteo a verlo a los ojos.

-Jungkook...

-Jimin, ¿Dónde tengo mis manos?

-... ¿Qué?

-Contéstame, por favor.

-... cerca de mi cara... por favor Jungkook, sigue.

- ¿Y tus manos?

-Carajo Jungkook... ¿Por qué ahora?

-...

-... Mis manos están acariciando tu pecho. Tus manos están cerca de mi cara, estás sobre mí y estabas haciendo un excelente trabajo, dime por qué has parado.

Me sonríe ahí, sobre mí, dejando caer su cabello húmedo por el sudor, sujetándose con sus manos para no caer sobre mí, con una amplia sonrisa, que a mí no me hace gracia.

-Dime quién está sujetando mi cadera, si tus manos están tocando mi pecho.

Lo miro a los ojos buscando congruencia en lo que dice, entonces ambos giramos a ver su cadera y tengo una de mis piernas sobre su cadera, cuando soy consciente de lo que dice sonrío, lo tomo de la cara y lo acerco a mí para besarlo, después me separo de él.

-Estoy feliz te lo juro, pero donde no vuelvas a menearte como lo estabas haciendo y me hayas frustrado el orgasmo, te juro que veré la manera de levantarme y patearte el trasero.

Jungkook se ríe al igual que yo, me besa y vuelve a embestirme, incluso más duro que hace rato, por un momento me duele el trasero, pero después puedo volver a sentir mi orgasmo acumularse como hacer rato, hasta que una explosión de satisfacción me ha envuelto en su totalidad, estoy absorto, no hay pensamiento para nada más que mi orgasmo, me venzo en la almohada y Jungkook abre mis piernas y me vuelve a embestir, hasta que ralentiza sus penetraciones y termina, se deja caer un poco en mí, lo abrazo y acaricio su espalda.

-Has mejorado muchísimo, estoy feliz de que inconscientemente ya puedas mover las piernas.

-Yo igual, pero no vuelvas a detenerte, por favor, te juro que estaba a punto de correrme.

-Pero al final lo hiciste.

-Ya sé.

Puchereo un poco, nos abrazamos un rato, disfrutando de nuestra unión.

-Te amo Jungkook, ¿Podemos ir a casa?

-Vamos a casa Jimin. Vamos a nuestro hogar.

Sonrío y soy el hombre más feliz del mundo, ahora debo pensar antes de abrir la boca, darle gracias a Kookie por todo lo que hace por mí y dejar de ser un idiota en toda la extensión de la palabra.

.
.
.
.
.
.
.
Amo las reconciliaciones con sexo jajaja
Se acaba!!!!
La próxima semana es el final!!!!
Gracias por leer lunitas!!!

EnterezaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora