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POV JIMIN

Empujé a Jungkook y me subí sobre él, me quité el pijama de arriba y me acerqué a besarlo, enseguida puso sus manos en mi cintura, se incorporó y me giró para que él quedara sobre mí.

-Tú mandas en la relación, tú dices cuándo nos vemos y qué tiempo, pero en la cama, mando yo.

Comencé a reírme, hizo lo mismo que yo, se quitó la playera de arriba y pude ver lo marcado que tenía el cuerpo, sin duda hace mucho ejercicio, sujetó mi mano para que pudiera acariciarlo y lo hice.

Me gustaba, me gustaba mucho Jungkook, ha ganado cientos de puntos, todos ellos sin esfuerzo, solo quiero que esto funcione, de verdad lo deseo.

Nos besamos, lo acepto, sin arrebatos, sin presiones besa muy bien, acaricia mi cuerpo, se toma su tiempo estimulándolo, no deja de besarme, ni la boca, ni el cuello, ni el pecho, se toma tiempo para todos lados, solo cierro los ojos y disfruto de sus caricias.

Sin dejar de besarme, se cuela dentro de mis calzoncillos y acaricia mi miembro, no lo hace como en el teatro, allá quiso complacerme, hacerme sentir satisfecho, ahora está disfrutando lo que hacemos, tal vez debería detener esto, él dijo que, si lo hacíamos, lo aceptaba a él.

¿Qué debo hacer? No quiero seguir solo, no he tenido una relación desde hace años y si han terminado es porque no soportan mi ritmo de vida, Jungkook ha visto lo peor de mí, o al menos su mayoría y sigue aquí.

Dejo de pensar en todo, la mente se me nubla cuando su boca envuelve mi miembro, gimo de placer, imposible abrir los ojos ante tal satisfacción, ya había comprobado su destreza en los orales, pero sin el temor de que alguien toque, de que alguien entre, es quitar la desinhibición absoluta.

Me quita lo que resta de la ropa, hace tanto tiempo que no hago esto, que todo mi cuerpo lo siento necesitado, el simple roce de su mano sobre mi brazo, ya hace que sienta mi piel erizarse, abro los ojos y ambos estamos desnudos.

Kook me mira con esos hermosos ojos grandes, con brillo y expresivos, sigo pensando en rechazarlo, pero imposible, mi corazón no me permite rechazarlo, mi cuerpo arde de deseo, no quiero lastimarlo, no quiero ver que por mi trabajo otro chico más huya de mí.

-Última oportunidad.

Lo miro a los ojos ¿En verdad está viendo mis dudas? Abre sus piernas para colocarse mejor a horcadas sobre mí, pone sus brazos a cada lado de mi cuerpo, por lo que acerca su cara a la mía.

-Sabes que te deseo...

-Te deseo igual...

-Entonces acéptame, acéptame a mí, no me aceptes solo por el sexo o placer que pueda generarte.

Lo miré por segundos, largos segundos.

-Te acepto.

Su forma de besar era demandante a un principio, después sentí que se estaba controlando, hasta que sentí un cambio, uno que ya no iba con prisas, ni con presión, sino que me hacían sentir querido...

El sexo se convirtió en amor, sentí que disfrutaba de lo que hacíamos, es como si literalmente estuviera probándome por primera vez y sé que así era, pero de una forma sana.

Bajó así en la misma posición besando mi cuerpo hasta llegar nuevamente a mi miembro, chupándolo, tocando mis genitales, simplemente me retorcía de placer, acariciaba sus cabellos, lamió mi entrada y todo mi cuerpo reaccionó de deseo, de placer, quería esto, de verdad lo deseaba, pasados unos minutos sentía mi cuerpo querer más.

-Jung...Kook...

Se acercó a mí para besarme la boca, cerré mis ojos, lo atraje para seguir besándolo, se separó de mí y vi cómo se acercó a la cómoda, sacó un lubricante, dio otro recorrido de besos, me abrió las piernas y puso lubricante en sus dedos y empezó a penetrarme con ellos.

La satisfacción aumentaba, así como el placer, sentí que poco a poco abría espacio, estaba al borde del llanto de puro placer. Se incorporó, sujetó mis rodillas para abrirlas y nos miramos a los ojos. Sabía que estaba esperando mi aprobación.

-...Sí.

Se acomodó y me penetró, no entró despacio, entró por completo, no fue doloroso, es que hace tanto que no siento esta reacción en mi cuerpo, que deseaba más, deseaba que esto aumentará en tiempo, en deseo, en satisfacción.

Estaba sudado, jadeante, no sabía ni dónde poner mis brazos, pues los sentía cansados de acariciar a Jungkook, estaba a punto de correrme, mis jadeos y gemidos iban en aumento, por momento nos besábamos, pero Jungkook estaba duro, su ritmo era conciso, no me daba un respiro.

Tomó mi miembro y estaba bombeándolo, pero después hizo un anillo con su pulgar y su índice colocándolos en la parte baja de mi miembro, sin dejar de penetrarme, por lo que sentía satisfacción en ambas partes.

-Jungkook... suéltame...

-Quiero más...

Y seguía embistiéndome.

-Jungkook...

- ¿Te gusta?

-Sí...

-Entonces no pararé.

-Por favor...

Sí, me gustaba, pero ese anillo que formaba no me permitía terminar y mi cuerpo lo sentía caliente, sentía que era una bomba a punto de estallar.

Giró mi pierna al soltarme un momento, la puso a un lado y volvió a penetrarme, volviendo a formar ese anillo, dejé mis brazos descansando en la cama, mi cuerpo era zangoloteado, juro que ya no podía con tanto placer.

Mis jadeos los escuchaba como llanto, pero era el hecho de que el placer estaba en la cúspide. Entonces me soltó, abrió mis piernas nuevamente, mi cuerpo estaba endeble, lo dejé caer en la cama. Su ritmo aumentó, tomó mi miembro y lo masturbó, en un segundo respondí con un alarido de satisfacción, la reacción de mi cuerpo fue impresionante, mi cadera se levantó, mi semen salió expulsado, parecía que mi cuerpo convulsionaba en su totalidad.

Segundos después él terminó, puso nuevamente sus manos a mis costados, con su respiración agitada, me besó, pero no podía corresponderle.

Después cayó a un costado mío.

-Por Dios Jungkook... has acabado conmigo...

-Solo quería complacerte... ¿Te ha gustado?

-...Sí... mucho.

-Mi trabajo aquí, está hecho.

Se acercó a mí y me puso de costado haciendo una cucharita, beso mi hombro y mi espalda, me abrazó, aferré su brazo a mi cuerpo, cerré los ojos, estaba por completo exhausto.

-Un baño y a dormir.

No podía responderle, estaba a punto de dormirme. Se levantó, tomó mis manos y jaló para levantarme, lo seguí adormilado y entré a la ducha, me bañé con agua templada, al salir Jungkook ya me esperaba con el pijama, ofreciéndome crema, desodorante y un vaso con agua, le sonreí y comencé a cambiarme en lo que él se metía a bañar.

Quedarnos durmiendo abrazados, ha sido de las mejores experiencias que he tenido. Con Jungkook me siento protegido.

Por fin!!!!
Nos leemos el próximo miércoles.
Gracias por leer lunitas!!!

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