|Theodore Nott|

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A decir verdad hasta ahora no sabía de Theo, he visto a Pansy y Blaise, incluso Pans viene 4 veces a la semana dependiendo de que tanto tiene que hacer. Como obviamente yo solo tengo un trabajo de medio tiempo y mis clases en la universidad empezarán dentro de poco, aún tengo mucho tiempo. Me alegro bastantes por ellos, con sus vidas realizadas. En cambio mi situación no ha sido la mejor, pero esta bien. Todavía tengo tiempo para mejorar con respecto a todo, de hecho que creo mi vida va por buen camino.

Pero volviendo al tema de Theodore. Hasta hace poco había sentido la necesidad de verlo y no se la verdadera razón de como pero creía sentir que el chico en frente mío era él. Más simplemente no estaba del todo seguro. Quería acercarme pero en cierto modo me daba pena. Hasta que sentí como se acercaba él por su cuenta.

- Disculpa, ¿te conozco? - pregunto el joven castaño. En serio sentía que era él.

- Lo siento, creo que te confundí por alguien. - entrecerró sus ojos y me analizo con su mirada. Sabía que era así.

- ¡Por Merlín! ¿Dray? - si, después de todo no me había equivocado, era Theo. Lo único extraño era que me había llamado por un apodo que él detestaba usar en Hogwarts.

- ¿Theodore? - asintió frenéticamente y me abrazo, sentí eso demasiado extraño. Debido a que, por lo que recuerdo, el detestaba cualquier afecto físico, ahora incluso sonreía como nunca.

Me encogí de hombros y olvide cualquier duda, lo había extrañado tanto que ahora solo quería abrazarlo lo más posible.

- Demonios, lo siento. Debí buscarlos en cuanto antes, pero simplemente fui un mal amigo y no lo hice hasta mucho después. Es un milagro haberte encontrado. - mencionó una vez que nos separamos. Se notaba que ese no era el Theo de Hogwarts, parecía hasta una versión mejorada de él.

Reí levemente por aquel pensamiento y después hablé con una gran sonrisa plasmada en mi rostro. Era definitivamente un buen día desde el momento en el que lo vi.

- No te preocupes Theo. Yo también te extrañe un montón, y no solo yo. También Pans y Blaise. Estarán contentos de verte. - mencioné mientras mis ojos se achinaban por mi sonrisa. Sentía que hasta podría llorar por la emoción.

La verdad que los años habían favorecido demasiado a Theo. Ya de por sí en Hogwarts Theo era un chico demasiado guapo, y ahora parecía sacado de una revista muggle o esas de aquellas polémicas de las revistas para las brujas adolescentes. Algo así como Gilderoy Lockhart.

Reí internamente por ese pensamiento, hasta cierto punto era algo deprimente teniendo en cuenta que yo cada día estaba peor que el anterior y ellos cada día parecían más felices. Supongo que uno cosecha lo que siembra, o algo así decía una señora que antes me rentaba un departamento en el lado muggle, siempre se lo repetía a su hijo menor. Pero al menos ya había visto a mis mejores amigos, más que nada me emocionó el encontrar a Theo, y lo mejor de hoy día es que salimos a tomar un café juntos... Un café que se terminó volviendo en una de las mejores salidas.

Hasta ahora mis vacaciones iban relativamente bien. Un mes más y probablemente este se volverá en un recuerdo memorable, era claro que mis amigos tampoco eran las personas más libres. Y yo tampoco iba a estar nada libre, pronto terminaría mis clases en aquella universidad muggle, donde me había centrado tanto en terminar que había olvidado el socializar. Claro que a veces hablaba con alguno que otro compañero, pero a nadie consideraba amigo. Eso también se debía a que Harry me había alejado demasiado de todos, quizás tenía razón, quizás todos eran malos y en ese entonces solo me quedaba él. Ahora al menos tenía a mis amigos nuevamente... O eso quería creer, pues si habían veces en las que el miedo se apoderaba de mi y no dejaba de crear escenarios donde ellos me dijeran que solo estaban conmigo por lástima o en busca de algo. Me di un golpe mental, Harry me había metido bastantes ideas en la cabeza, ya de por sí odiaba que saliera con Pansy e incluso se enojaba con Blaise.

Suspiré levemente y Theo dejo de hablar. Ni siquiera le había puesto atención a lo que decía, me siento como un mal amigo.

- ¿Todo bien? - acercó una mano a mi mejilla y sentí mi rostro arder. Me aleje levemente y sin parecer brusco con mis movimientos.

- Si, todo bien. No te preocupes, Theo. - dije mientras sonreía. - Hey, creo que ya debería irme. Tengo cosas por hacer. Sería genial que otro día salgamos. - dije con esperanzas de poder volver a verlo.

- Oh, que mal. Bueno, ya será a la próxima. ¿Quieres que te acompañe a tu casa? - negué. Hoy no, hoy debía ver a Harry. - Bien, que tengas un lindo día dragoncito.

Me abrazó y se sintió tan cálido, como cuando éramos niños. Esos abrazos tan reconfortantes que te dan tus amigos cuando saben que será su última vez viéndose. Algo así. Sonreí ante eso, solo esperaba que está no fuera la última vez que nos veamos.

Esta tarde había sido razonablemente buena, me divertí bastante y realmente no podía esperar a ver la cara de Pansy cuando se enteré de que vi a Theo. Seguro que ella también saltaría de la felicidad. Quizás podamos salir también con Blaise, los cuatro. Como el cuarteto de plata que fuimos en el pasado. Sonreí inconcientemente mientras abría la puerta de mi departamento. No me espere encontrar a Potter sentado en el sillón de la sala de estar, echando humos por el enojo. Sabía que era una mala señal, e incluso que lo mejor sería huir lo antes posible y llamar a Pansy por ayuda.

Sin embargo, con la poca fuerza de voluntad que me quedaba, me acerque y trate de no temblar o demostrar que tenía miedo.

- Harry, que sorpresa. ¿Que haces aquí? Pensé que nos encontraríamos más tarde.

Me mordí el labio notando que si había temblado levemente al terminar la oración. Él se acercó imponente y me apretó la muñeca. Cada instante parecía un infierno, como dirían los muggles, sentía que podría ser quemado por aquellos ojos que en algún momento me brindaron la más grande sensación de paz. Sabía que en cualquier momento estallaría en llanto por el terrible miedo que ahora tenía.

- ¿Donde estabas? - no podía mentir, sabía que el se daría cuenta al instante.

- Salí a un café. - mencioné con temor.

- ¿Por tanto tiempo? - fue entonces que yo me pregunte, ¿cuanto tiempo me había esperado en realidad? Pero lo vi y simplemente asentí con cierto temor. Vi como fruncía más el seño y apretaba su agarre con furia. - Está bien, corregiré la pregunta. ¿Con quién estabas? - fue entonces que sentí mi mundo caer.

- Con un amigo. - pronuncie esta vez temblando. Parecía ser que me creyó cuando cedió a dejar mi brazo, con cuidado acaricié esa zona. Hasta que sentí una mano abofetear mi mejilla. Sentí como mis ojos se cristalizaron inconcientemente y mi rostro tenía un color rojizo demasiado llamativo, de igual forma empezó a arder. Todo fue tan rápido que me asusto demasiado para mi gusto. Lo vi con terror, no podía creer que otra vez se repetía este patrón.

– ¿Y crees que yo soy estúpido? Por favor Malfoy, puedes engañar a tus amigos a tu antojo. Pero yo no soy tus amigos. – mis labios temblaron al escuchar como decía cada palabra con gran veneno. – Andas paseando como si se tratará de una maldita zorra en celo. Dime, ¿Ya lo convenciste de que sea tu amante? –

Ahí lo comprendí, el si nos había visto. Y era contraproducente, pues seguramente creía algo que no era.

– No, eso no es cierto. Él es solo mi amigo, Theo- – mis palabras se vieron interrumpidas al sentir como mis cabellos eran jalados bruscamente. Sentía mi sangre recorrer cada parte de mi cuerpo de forma dolorosa.

– No soy ningún estupido. – volvió a repetir con mayor enojo... Sabía que este no era el fin de mi existencia, pero se sentía como tal.


















Volví... Brevemente, pero lo hice. Nos vemos hasta dentro de algún tiempo, bais.

Paper .drarry.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora