- Draco -
Otro jueves, había tenido una recaída y hoy me encontraba internado nuevamente en el hospital, mi cuerpo se sentía arder y no paraba de salir sangre de mi nariz. Resultaba que las enfermedades muggle eran mil veces peor que las de las del mundo mágico. Pues nadie encontraba la cura a muchas de ellas, y todo por la simple avaricia de que los magos jamás aportarían nada por egoísmo y miedo hacia lo inexplorado. Tampoco era quien para quejarme, ya que sabía cómo los no-mags podrían matar hasta a los de mi "clase" y por qué yo había sido uno de los muchos magos que tenían esos pensamientos tan clasistas, tan cegado por palabras inciertas...
Detenía el sangrado con un pañuelo en una tonto esfuerzo. Escuché la puerta recibir dos golpes suaves, supe inmediatamente que era Theo, aunque sin embargo sentí cierto presentimiento distinto. No sabía que era pero me atemorizaba.
- ¿Theo? Pasa. - mi voz se sintió temblorosa, note la perilla abrirse y mantuve mi mirada al piso. Era lógico que el no era Theo. No era la clase de zapatos que usaría, y mucho menos sus pies calzan así. Levante la mirada y sentí una dificultad tremenda para respirar, creo que él lo noto por qué se acercó inmediatamente y acarició mi cabeza.
- Tranquilo, todo está bien. Nada malo va a pasar, por favor respira hondo y bota el aire de forma más tranquila. - hice lo que indico y la sangre de mi nariz paró de salir. Escuché un suspiro por su parte, uno de alivio. Termine botando el pañuelo y él pareció alejarse repentinamente, como si haberme tocado fuera algo malo. Me sentí mal por tal acción.
- ¿Que quieres? - mencioné en un hilo de voz, contenía mis ganas de llorar mientras mis mejillas sentían tomar un color rojizo. Tenía miedo, ya sea de llorar, ya sea de reír, ya sea de abalanzarme a sus brazos, ya sea de botarlo sin razón aparente o ya sea de jamás volver a verlo nuevamente... Miedo de ya nunca más tener su presencia cerca mío.
- T,te traje flores. - respondió con gran nerviosismo. Eran camelias, flores tan hermosas que daban a relucir su vivo color con elegancia. Oculte la gran sonrisa que quería adornar mi rostro bajo mi corazón, no podía hacerme esto después de tanto tiempo. - Se que no son tus flores favoritas... Pero tienen un buen significado.
No respondí, permanecí en silencio mientras veía fijamente el bello ramo. Me lo dio y cuando lo tuve en mis manos sentí mi mundo caerse bajo mis pies, dolía más que el fuego quemar mis manos. No entendía por qué hacia esto después de tanto, hacia mi corazón latir tan rápido, me demostraba que después de todo jamás lo he superado y que mi vida podía ser entregada en una cajita exclusiva para él.
- Perdón... - dijo él, así salí de mi ensoñación. Estaba llorando y no lo había notado hasta ese entonces, quise tocar su rostro, limpiar sus lágrimas y decirle que no importaba. Que los años habían pasado y que todo aquello que llegó a lastimarme hoy era historia. Solo quería que viera lo mucho que lo amaba y, que sin importar que, mi corazón aún permanecía en las palmas de sus manos, que podía hacer lo que quiera con el, que a mi jamás me importó. Pero sabía que tales pensamientos me hacían caer tan bajo, era hasta repulsivo de imaginar que alguien como yo termino así. - Fui un idiota, un completo idiota Draco. Jamás en mi vida debí hacer todo aquello que hice, si tan solo te hubiera amado de la forma correcta hubiera podido encontrar la cura a lo que hoy te atormenta.
Parecía un niño, el llanto no paraba y el aferraba sus manos a la que estaba libre. Parecía que podría morir por lo mal que se veía. No lo había notado, pero tenía grandes ojeras, había adelgazado, su piel estaba pálida y no se notaba bien como otras veces. Sentía su dolor en mi pecho, me lastimaba verlo así. Aparte mi mano libre de las suyas y acaricie su cabello. No sabía que decir y mucho menos que hacer.
Hasta que se escuchó el fuerte ruido de la puerta ser abierta.Era Theodore, por fin había llegado.
- ¡Perdón la demora Dray! Me nece... - se detuvo a mitad de oración y noto la presencia de Harry. Se acercó enojado. - ¿Que hace este idiota aquí? - pregunto desafiante. Quise responder, pero no sabía que decir. - ¿Y bien?
Volvió a preguntar. - V,vino a disculparse. - dije tartamudeando. Él alejo al azabache de mi lado.
- ¿Te esperas que crea eso? ¿Que demonios haces aquí?
- Draco ya lo dijo. Vine a disculparme.
- Ya, claro. Ya que terminaste, puedes retirarte.
Ordeno el castaño con gran enojo. Jamás había visto a Theodore así de enojado, y eso hizo que se me formará un gran nudo en la garganta. Odiaba está situación era incomoda y agobiante. Vi como se lanzaron miradas de odio y Harry cedió, termino saliendo por la puerta; no sin antes echarme una mirada de tristeza, una vez ya fuera Theo cerro la puerta y se acercó a mí.
- Perdón, hoy no te traje fresas como habitualmente hago. - le respondí con una sonrisa sincera, me devolvió aquella sonrisa imitando la acción. Él dirigió su mirada a las flores que traía en manos y su sonrisa se borró.
- Por favor, ponlas en una florero. - dije mientras se las entregaba. De mala gana me hizo caso, escuche el sonido del agua y como acomodaba cada cosa en su lugar.
- ¿Que le dijiste? - pregunto, se notaba impaciente.
- No le respondí. - dije mientras desviaba la mirada.
- ¿Entonces por qué acariciabas su cabeza?
- Por que estaba llorando.
Mencione incomodado. Escuche un suspiro por su parte.
- ¿Por qué eres así Draco? ¿Como es posible que lo sigas amando? ¿¡Por qué no me puedes amar a mi!? - frustrado golpeó la mesa. A lo que yo me exalté, presione las sábanas en puños.
- Ya lo hablamos, Theo.
- ¿Pero por qué? He estado contigo a tu lado durante años. Me gustas desde que estamos en Hogwarts, en mi vida te haría el mismo daño que él te hizo. Yo en verdad te amo. ¿Entonces por qué diablos a él si le entregas esa mirada tan viva? No lo vez hace tanto tiempo y sin embargo tus ojos brillan con su presencia. - me vio fijamente, sus ojos estaban rojos por las lágrimas que brotaban. Sentí una gran punzada en el corazón, y cuando menos lo pensé me paré de golpe y empecé a vomitar.
Mi mirada se nublo y escuche el fuerte ruido de la puerta abrirse. Escuche fuertes pisadas y gritos, nada tenía sentido y la cabeza me daba vueltas. No supe cuando, pero había caído rendido.
-
Esa tarde había despertado cuatro horas después, traía un suero que estaba conectado en la vía intravenosa, a lo mucho podía moverme y el cuerpo me pesaba. Quería soltar a gritos por el ardor que sentía en mi cuerpo, sentía como si mil piquetes estuvieran atravesando cada pequeño centímetro de mi piel. Con la poca conciencia que me quedaba escuche las palabras de alguien en la puerta.
– ...ías, realmente lo siento jóvenes. Pero hemos hecho lo que pudimos. – escuche el fuerte ruido del impacto de algo. El llanto de, quien parecía, Pansy. Blaise estaba reclamando a la señorita que les dio la noticia. Perdí conciencia de lo que siguieron diciendo, ya no me importaba.
Suspiré y sentí una lágrima deslizarse desde mi mejilla hasta la punta de mi nariz. Y una mierda. ¿De que servía seguir llorando si después de todo ya me sentía muerto desde hace mucho? Esa pequeña parte mía que se aferraba a la vida parecía alejarse, esto daba asco y yo más que nada.
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Paper .drarry.
Fanfiction"Como un papel"... - Intento de Angst. - Harco. - Capítulos largos.