Iris

4

Laboratorio química central

8:45 A.M.

-Shh no hagas ruido-me susurra Holly mientras nos ocultamos en un pasillo con poca luz.

-¿Puedes apurarte? Nos van a ver.-muerdo mi labio inferior con nerviosismo.

Según Holly su relación con su abuelo había mejorado y que no teníamos por qué entrar a escondidas pero cuando entramos y nos anunciamos en la entrada casi nos sacan a patadas por no tener autorización.

-Ahora-susurra para luego salir corriendo sigilosamente hacia una habitación.

La sigo y cuando entramos cierro la puerta rápido.

-Guao cuantas cosas.

Me enderezo y camino despacio mirando a todo mi alrededor. Está lleno de elementos químicos que no tengo idea.

-Si papá me viera en este momento me mataría-suelto una risa.

Ni papá ni mamá saben que salí de casa. Ellos creen que seguimos en casa durmiendo pero en realidad estamos en un laboratorio como delincuentes ya que tuvimos que entrar a escondidas por una señora muy amargada que no nos dejó pasar. La mayoría de mis heridas ya están sanadas, debo admitir que Holly tenía razón sanaron demasiado rápido. Sólo me quedan algunos puntos en las piernas y los dedos pero nada importante.

-Yo creo que no.

La miro confusa.

-¿Por qué no?

-Porque estas ayudando a tu amiga en una buena causa.

No puedo evitar reírme ante esa respuesta.

-¿Vos te estas escuchando? Papá jamas creería ni que hay un virus zombie ni que podemos hacer una cura. Creería que estamos locas.

-Ojo de loca no se equivoca...

Ruedo los ojos acercándome a donde esta ella.

-No te vengas a hacer ahora la que se sabe los dichos. No pega contigo-bromeo.

Rie y sigue buscando en unos cajones no se qué cosa.

Yo por mi parte me acerco a un telescopio que esta en la otra barra. Lo enciendo y pongo mi dedo-donde tengo los puntos-y me lo miro más de cerca.

-¡Lo encontré!-exclama Holly con una cuchara y un embudo en sus manos.

Se acerca hasta donde estoy yo y pone los materiales en la barra larga, abre una pequeña puerta que hay abajo de la barra y saca un liquido extraño color verde junto con otro de color rojo como si fuera sangre.

-Dame tu mano.

-¿Para qué?

-Solo dámelo.

Obedezco y pongo la palma de mi mano en la suya y lo que hace a continuación me hace querer matarla.

-¡¿Se puede saber qué te pasa?!-espeto molesta y adolorida.

Me acaba de cortar la palma de la mano con una navaja.

-Necesito comprobar algo.

Me agarra la mano y hace que caiga mi sangre por el embudo hacia el líquido rojo.

-Listo-me suelta y yo cierro mi mano con fuerza.

-¿Por qué hiciste eso?

-Era solo para comprobar si tu sangre puede llegar a ser la cura al virus zombie.

Ruedo los ojos.

-De nuevo con eso.

Me ignora y empieza a mezclar esos líquidos.