Iris

6

Negro, es todo lo que veo.

Siento una luz que me está apuntando directo a los ojos, arrugo mi frente y apreto los ojos con fuerza como si eso pudiera quitar esa molesta luz.

Siento que estoy sobre algo muy frío, muevo la mano y siento pequeñas grietas. Frunzo el ceño y voy abriendo los ojos lentamente. Apenas abro un solo ojo siento una  punzada en mi cabeza, cuando tengo ambos ojos abiertos ya se de donde viene la luz.

Es un reflector mediano que está en una esquina en la pared. ¿dónde demonios estoy? Desvío la vista para poder seguir viendo pero tengo que cerrar un momento los ojos ya que por la luz no logro poder ver mucho. Está todo oscuro eso es seguro pero no logro ver nada. Solo sé que estoy en el suelo porque veo que el techo está muy alto.

Me siento sobre mis rodillas y la parte de mi espalda me da punzadas de dolor.

Hago un puño mi ropa y hago fuerza para recordar qué fue lo que pasó...

Mi último recuerdo es que estamos todos en el hospital escuchando atentamente a Fernando cuando dio la noticia...

—Están atacando el pueblo, señor.
Hay una gran invasión de zombies que se están comiendo a todas las personas. Y al parecer ya están cerca.

Frunzo el ceño y me giro para ver a Holly. Ella está parada junto al otro guardia con una expresión que me es difícil de descifrar.

—¿Qué vamos a hacer ahora?—pregunto aterrada.

—¿Están muy cerca?—pregunta papá que se está sentando en la camilla listo para pararse.

—Por lo que me dijeron mis hombres están a un par de cuadras no muy lejos de aquí.—dice Fernando con el semblante serio.

En su cara no se ve miedo ni pánico, solo mira a papá esperando a que le de órdenes como si esta fuera una misión más.

—Tenemos que irnos de aquí—dice listo para pararse.

—Pero tu pierna—le señalo la pierna con preocupación.

—No hay tiempo—dice y se para.

Holly sigue en la misma postura, parada con la boca abierta y la vista perdida, ¿lo estará procesando? ¿Pero cómo puede ser si ella anhelaba con todo su ser que llegara este momento?

—Tu madre—me dice papá—tienes que ir a buscarla y traerla con nosotros.

—¡No!—dice Holly saliendo de su estado de shock—Ella no irá.

Me señala y yo abro los ojos en grande.

—¿Qué estás diciendo Holly?—pregunto sorprendida—es solo bajar y buscarla para poder irn—

—¿Acaso son tontos?—dice mirándonos como si lo fuéramos—Tenemos que conseguir un refugio para quedarnos.

—Eso mismo fue lo que dije—dice papá.

—Pero para poder salir de aquí y buscar un lugar tenemos que estar cargados, pistolas, cuchillos y otros elementos letales.

—Yo tengo muchas pistolas en la central.

—¿Queda lejos?

—No. Podemos llegar.

Asienta.

—Mientras tanto, ¿Tienes algún arma aquí?

Asienta y nos señala el bolsillo delantero del pantalón donde guarda la pistola.

—Perfecto.

—Yo traje mi navaja—digo sacándola de mi pantalón.

La traje hoy cuando salimos con Holly por protección. Después de todo nunca se sabe qué te puede pasar en la calle y más cuando hay cosas que te quieren devorar.