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No quiero quitarles mucho tiempo solo quiero decirles que como habrán visto arriba no pude encontrar el video original porque resulta que no tiene. Asi que les traigo el audio <3
Ahora si pueden leer en paz.






Voy abriendo mis ojos lentamente llevando mi mano a la cabeza, ¿qué pasó?

Tengo al chico zombie sentado enfrente mío con la vista fija en una manta que tiene en sus manos. Él no se dio cuenta de que ya había despertado hasta que me enderezo apoyando mi espalda contra la pared que esta al lado de la puerta.

Suelto un quejido por mi espalda. Él se acerca a mi siguiendo cada uno de mis pasos sin despegar su mirada de mi. Puedo ver en su forma de mirarme como si me estuviera escaneando por si estaba herida.

-La espalda-me quejo cerrando brevemente los ojos y apretandolos con fuerza. Esto es muy molesto.

Pero tranquilos, me acuerdo perfectamente de lo que pasó. Mi mente tiene grabado cada situación que pasó. El pasillo, la última habitación, la foto de mi amiga y la mía, y de esa persona que no se sabe si es un zombie o no. También me acuerdo de como cuando llegó él esa persona sintió miedo y gritó con desesperación para que no lo lleve de nuevo a la habitación. Era todo muy confusa y estoy segura que mi yo de hace un tiempo hubiera reaccionado de una forma inesperada y se habría desesperado al saber que estamos con un zombie y que hay una persona arriba pero esta vez no. No pienso alarmar al zombie por nada del mundo.

Lo que tengo que hacer es ser más amable. He podido comprobar que si le hablo con un tono más calmado él cambia hasta habla un poco más cosa que le cuesta mucho.

-Me duele la espalda-le digo mirándolo más suave-¿Puedes mirarme la espalda?

Él asiente enseguida y yo me volteo lentamente. Una vez que estoy de espaldas me levanto la camiseta lentamente mientras trato de no quejarme.

-¿Y?-le pregunto al ver que no dice ni hace nada-¿es muy grave?

Escucho como se queja para luego decir un simple:

-No.

Me muerdo el labio inferior cuando siento uno de sus dedos en mi espalda. Mueve la mano por toda la espalda de arriba hasta que llega a una zona donde de seguro la herida debe estar peor porque ya no puedo aguantarlo más y dejo salir un quejido.

Él enseguida saca la mano y yo siento como de apoco se me calma.

-Puedes tocar-le digo-pero más despacio. Duele mucho.

-Si.

Casi se me escapa una risa cuando literalmente siento las yemas de sus dedos en mi piel. Casi que ni me toca.

-Puedes tocar un poco más-digo tratando de no reírme.

Poza dos de sus dedos lentamente y esta vez no duele. Empieza a recorrer mi espalda muy delicadamente, como si tuviera miedo de que me rompiera, hasta que termina su recorrido. Estoy por bajarme la remera al creer que ya está cuando está vez, con un solo dedo, me toca un poco en mi espalda baja que me hace arrugar el ceño. Ahí no está lastimando ni tampoco tengo nada importante, no entiendo qué está tocando.

-¿Qué hay?-pregunto tratando de dar vuelta mi cabeza para verlo.

Él no responde solo estira su otra mano, pasando su brazo por mi costado y apoya su mano a la pared para trazar un pequeño circulo. Puedo sentir cómo está pegado a mi espalda, no de una forma que me esté tocando pero si muy cerca.

Fijo mi vista en sus manos y me doy cuenta que las tiene limpias, sanas hasta incluso no parece que tuviera manos de zombie.

Concéntrate Maeve, me digo a mi misma al notar que me fijo en detalles no importantes.

Iris Donde viven las historias. Descúbrelo ahora