1 ೀ

761 75 13
                                    

"Este año también vemos el árbol de Navidad,estoy aquí para encontrar lo que he estadoesperando

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

"Este año también vemos el árbol de Navidad,
estoy aquí para encontrar lo que he estado
esperando. Las calles en todas partes están
iluminadas en celebraciones. Para mí también,
hoy y mañana es el día de Navidad".

Hacía bastante frío esa noche, y yo aún sin estar cien por ciento arreglada, iba de aquí para allá para así tener la cena lista antes de que la familia An llegara de visita a nuestra casa esta navidad. Mi familia y la de Yujin, que por cierto es mi mejor amiga, han hecho muy buena amistad desde que somos pequeñas, y hoy después de un par de años, nos volvemos a reunir.

Este día en especial, lucíamos nuestra mejor ropa. Mi madre se veía hermosa con ese vestido color vino, resaltaba su figura y le hacía contraste al tono de su piel. Mi padre iba de traje, algo simple. Y yo, llevaba mi vestido negro, era corto por delante y algo largo de atrás, dejaba mis hombros al descubiertos y mis piernas lucirse. Hacía frío, mucho, pero valía la pena, me gusta mucho como se me mira.

─ Wonyoung, anda y ponte tus zapatillas de una vez. ─ Dice mi madre una vez que se dió cuenta que iba descalza por toda la casa. Agradezco que no haya escuchado mi grito de dolor cuando accidentalmente me pegué el dedo pequeño del pie, en la esquina del mini bar. ─ ¡Date prisa, no sólo te quedes ahí viendo! Yujin llegarán pronto.

An Yujin. Sin siquiera darme cuenta, mis labios ya comenzaban a curvarse formando una sonrisa. Cosa que mi madre, por ser mi madre, no dejó pasar por alto.

─ Wonyoung, cariño. ~

Mi madre, la que hace unos segundos estaba
estresada porque su hija no podía ir al piso de
arriba sólo para ponerse unos zapatos, ahora se encontraba dejando la charola de aperitivos sobre la mesa para tomarme de los hombros.

─ Mamá, íbamos muy bien, no empieces. ─ Mi sonrisa desapareció completamente, formando una mueca de disgusto total.

─ ¿Que no empiece qué? Wonyoung, eres mi hija, me importa demasiado lo qué pasa contigo.

─ Lo sé, pero siempre que viene Yujin me dices lo mismo. Ya te dije que no puedo hacerlo, no
quiero arruinar años y años de confianza, ella seguro se alejará y me dejará de ver como lo hace ahora , y des-

─ ¡Basta, Jang Wonyoung! ─ Mientras ella me movía de un lado a otro logrando hacerme callar, yo estaba haciendo un plan para escapar de ahí y fingir que iré a ponerme los malditos zapatos. ─ Llevas exactamente dos años enamorado de ella, ni siquiera has querido salir con alguien más.

─ ¡No es que no quiera! Es que... siempre termino comparando a la persona frente a mi con Yujin, y nadie la logra superar. Simplemente esa persona no es ella, mamá. La forma en la que Yujin habla conmigo es única, la forma en la que me mira también lo es, la confianza que me transmite igual. No puedo simplemente acostumbrarme a lo ajeno, ¿y sabes por qué? Porque mis sentimientos, a pesar de que son míos, también son ajenos a mi. No puedo controlarlos ni mucho menos acostumbrarme a ellos. ─ Mi madre me miraba atenta. Sonreía de vez en cuando mientras tomaba mi mano y la acariciaba un par de veces ─ Yo... seguro sólo es un capricho mío. Me estoy aferrando a algo que no pasará, ¿es así?

─ Wonyoung, escucha. Estas experimentando esto por primera vez, y si quieres mi opinión, no pudiste escoger mejor persona que Yujin.

─ ¿Y por qué esa observación?

─ Abre los ojos, hija. Estás tan metida en tu
mundo, que dejas de observar el verdadero, a tu alrededor. Además, ella me ha cont-

Maldito seas, timbre. Espero que sea la familia
An, o si no, me voy contra la persona que esté
detrás de esa puerta.

─ ¿Qué hacen ahí parados como estatuas? ─ Dijo mi padre al entrar a la cocina mientras se acomodaba el saco del traje. ─ ¡Son los An, caminen!

─ Los An, sí..... ¡Maldita sea, los An! ─ Mi madre
abrió sus ojos de una manera impresionante.
Caminaba rápido en la cocina hasta que se dió cuenta de que seguía ahí de pie, congelada. ─ ¿No escuchas, Wonyoung? ¡Muévete!

─ Pero ya está lista, cielo. ─ Mi padre me examinó con una sonrisa hasta que... — ¡Por dios, Wonyoung, ponte los zapatos!

 — ¡Por dios, Wonyoung, ponte los zapatos!

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
christmas day ♡ annyeongz Donde viven las historias. Descúbrelo ahora