Espera. ¿Cómo que llamar a Molly? Si no le he dado el número de mi teléfono nuevo (tengo que aprendérmelo ya para que no me pase esto) y tampoco le he pedido el suyo, sólo le he dicho que llevaría mi teléfono mañana al instituto.
Aunque también lo podía llevar esta tarde si nos veíamos.
¿Porqué estaba tan despistada?Ni siquiera lo suelo ser.
Entro a mi habitación y vuelvo a admirar lo bien que he conseguido decorarla, como llevo haciendo desde que la pinté la semana pasada: ahora todas las paredes son de un morado oscuro que queda muy bien con los muebles de madera.
La pared dónde está la puerta, contraria a la cama, tiene pegados algunos posters de cantantes, y en medio de ella resalta un cuadro con el skyline de Nueva York, que compré en una tienda de souvenirs y me costó solo tres dólares (y he decir que muy bien empleados, me pareció muy bonito y mis padres no me dejaban gastar apenas dinero en decoración).En la pared de en frente, la cama que también tenía en mi antigua casa, no muy grande y con una cabecera con motivos florales, y después un pequeño escritorio con una lámpara de forma cónica, de tela estampada con notas musicales y pentagramas, también de mi antigua habitación. Arriba una estantería llena de libros y abajo una silla rosa chicle.
Luego las pequeñas paredes de los lados: una con ventana y una pequeña mesita con mi portátil y una planta, y otra con un armario, también de mi antigua habitación.Después de quedarme de nuevo embobada con las habilidades decorativas que no tengo me lanzo sobre mi cama.
¿Por qué estoy tan despistada?
Espero que no sea por John.
Me viene de nuevo la imagen de él devolviéndome la agenda.
Sonrío.
Y me tapo la boca con las manos al instante, bruscamente.No. No, no y no. Esta vez NO.
Me tapo toda la cara con las manos de forma igual de brusca.
Irremediablemente, me vuelve a venir una imagen de mi yo de hace un año y medio:
" -Olivia, veo que mi primo y tú os habéis caído muuuuy bien... -Abby levanta una ceja a la misma vez que dibuja una pequeña sonrisa.
-Bueno. Me ha caído bien. Sí. Sin más. -Sonrío inconscientemente.
- ¿Y esa sonrisa?
- ¡Estoy contenta! ¿Qué pasa? ¡No me voy a poner a llorar! -Digo extrañamente nerviosa, mientras comienzo a notar una especie de cosquilleo en las mejillas.
-¡Esa sonrisa es porque te gusta! -Contesta Abby con voz cantarina, y en seguida abre sus grandes ojos cafés como platos, aún más sorprendida -¡Te estás poniendo rojaaaaa!
-Solo estoy nerviosa porque he conocido a... gente nueva... eh... solo conocía a tus padres y tu hermana, no conocía a nadie más de tu familia. Era raro. Ya no tanto. Porque los acabo de conocer... jeje...yyyyy... son muy majos. Ya está.
Apenas puedo hablar con claridad por culpa de unos nervios que van aumentando a medida que lo hace la sonrisa de Abby, que tenía una expresión tan exagerada que era imposible no reírse.
-¡No se dónde está la gracia! -Digo partiéndome de risa.
-¡Aaaaaaaaaaah! ¡Te gusta Maaaaaaaark! Y a él le gustas. Lo he visto.
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Fearless
Teen FictionNueva York, septiembre de 2009. Olivia, acostumbrada a la vida en la granja de su antiguo pueblo, descubrirá un mundo totalmente nuevo y pondrá patas arriba el que era el suyo hasta ahora en la ciudad de los rascacielos, donde tendrá que empezar el...