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Peyton no era una chica de rogar, mucho menos de querer enamorarse.
Pero si le dieran la opción de volver a conocer a aquella pelinegra, la escogería una y un millar de veces más. Y era lo que más odiaba.
Se podía decir que estaba enamorada...
Estaba.
Y ella fue tan ingenua para creer cada una de sus mentiras.
Ella y sus malditos ojos color café que eran hipnotizantes.
"Pequeñas mentiras" cada que Dua decía que aquel sólo era un amigo y ahora se encontraba con el mismo en los Grammys.
—¿Por qué sigo viendo esta mierda?— preguntó mirando con enojo como la prensa la apuntaba.
—¡Dua! Un placer verte aqui esta noche. Luces hermosa.
—Muchas gracias.
—Estamos muy emocionados por ver tu presentación. ¿Quién es el caballero a tu lado?
—No tienen tacto, de verdad que no.
—Oh, esmi acompañante— sonrió mirándolo, y tenía el descaro de regresarle la sonrisa.
—¡Deja de sonreír, maldito idiota!
—Hace poco supimos de tu ruptura con Peyton. Estamos felices de que hayas encontrado a alguien que también te hiciera feliz.
—Hipócritas— ironizó—. Es obvio que no sienten una pizca de todo lo que dicen— volvió su atención a la pantalla
—Admito que es triste que todo lo lindo entre nosotras acabará perosupongo que no éramos la una por la otra.
—¡Mentira! ¡Sabías perfectamente lo que estaba pasando!— gritó arrojando el control.
—¿Sabes que no te puede oír, verdad?— preguntó Jennie detrás del sillón
—Kim, no estoy de humor.
—No estás de humor desde que rompiste con Dua— enfatizó soltando un bufido
—Necesitas que te den. Ve con Lisa a ver si logra calmarte y dejas de molestarme de una vez.
—Yo no. ¡Tú necesitas que te den y calmarte! Jennie Kim no abandona a sus amigas— apuntó su pecho
—Es que es...una traición, es lo único que puedo decir una jodida traición. ¿Recuerdas que ella decía que eran sólo amigos? Que gracioso, ella creía que estaba paranoica y muy insegura por pensar esas cosas— farfulló—. L-la amé en sus peores momentos y...y parece que no le importó, Jennie. Parecía...no significó nada. No sé como pudo superarlo tan rápido...
—Peyton...— murmuró antes de sentarse con ella y abrazarla, haciendo que se escondiera en su cuello
—Jennie...sigue siendo una traidora— dijo con voz ahogada y temblorosa—. Dios...ojalá hubiera sabido de esto antes de enamorarme de ella— su voz se quebró y apretó los ojos, intentando que las lagrimas cesarán
—Es...simplemente mucha gente es así, Peyton. No saben lo que tienen en su vida hasta que es demasiado tarde, y prometo que no pasará mucho para que tú también encuentres a esa persona especial. Solo...un poquito de paciencia. No guardes rencor, es malo. Aprende a perdonar aunque sea difícil. Estarás bien.
La mayor asintió y se quedó en su escondite, sollozando levemente.
