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—¡Oh, Jake!— le dijiste a tu hijo de casi 3 años después de que pateó la pelota tan fuerte como pudo y la envió mucho más lejos de donde tú estabas y se rió—. Está bien, iré a buscarlo, ya vuelvo
Pasaste la mañana jugando al fútbol en la playa. No es tu plan favorito, pero le habías prometido a Jake que irías a la playa hoy. Lo que no esperabas era el cielo nublado con el que te despertabas, así que cuando le dijiste que no podrías ir a nadar, él insistió en ir de todos modos y aquí estabas. La pelota había aterrizado junto a un hombre que estaba leyendo tranquilamente. Levantó la cabeza cuando sintió que te acercabas para recuperarla
—¿M-Michael?— preguntaste sorprendida al reconocer quién era el hombre.
—¡Olive! Ha pasado un tiempo—dijo sentándose mientras te inclinabas para agarrar la pelota. Mientras lo hacías, te diste cuenta de que un bebé dormía junto a Michael en una carriola
—Me alegro de verte bien y saludable, te ves más joven que la última vez que te vi— sonreíste mirándolo, estabas realmente feliz de ver que estaba bien
—Sí, finalmente lo logré, llevo más de 2 años limpio. Tú tampoco te ves tan mal.
—Gracias. ¿Esa es tu hija?
—¿Oh, Maya?— dijo señalándola—. No, en realidad es de Ashton y Kiannah— explicó
—¡Dios mío, no sabía que tenían una hija!
—Sí, ella acaba de cumplir uno. Como siempre dijimos, Ashton fue el primero en convertirse en padre. Disfruto pasar tiempo con ella, no se lo digas a los demás, pero soy su tío favorito— se rió y no podías negar que te perdiste escuchar su risa contagiosa
—¡Mamá! ¡Vamos!— escuchaste a Jake gritar desde la distancia.
—Ven aquí, Jake— le respondiste haciéndole un gesto con la mano y sentándote junto a Michael
—¿Te acaba de llamar mamá?— Michael preguntó sin poder ocultar su sorpresa
—Uhm, sí, él es Jake, mi pequeño. ¡Vamos corazón! Hay alguien a quien quiero que conozcas— volviste a decir al ver que se había detenido a jugar con unas conchas marinas—. Es un poco tímido, así que no sé cómo va a reaccionar— le explicaste a Michael mientras Jake se dirigía hacia ti y asintió
Una vez que estuvo lo suficientemente cerca, lo sostienes por la cintura y lo colocas encima de ti.
—Este es Michael, un...viejo amigo— le dijiste a Jake
—Hola Jake— dijo Michael mientras lo saludaba
—Hola— respondió Jake tímidamente y se bajó de ti para mirar a Maya. Por alguna razón, Jake amaba a los bebés y podía pasar horas tratando de jugar con ellos
—Ten cuidado cariño, no la despiertes, ¿de acuerdo?
—Está bien— respondió
Habías observado que Michael no podía apartar los ojos de Jake y suspiraste al comprender que no había forma de que pudieras seguir ocultándolo ahora
—¿Olive?
—¿Sí?
–¿Cuántos...cuántos años tiene?— se movió en su asiento tratando de sacudir la tensión de su cuerpo y se aclaró la garganta antes de hablar
—Tiene casi tres— dijiste tratando de mantener la calma pero la piel se te erizo mientras hablabas
—No hay manera...pero sus ojos...—murmuró Michael sin dejar de mirarlo.
—Michael, no creo que está sea la mejor manera, momento o lugar para hablar de ello.
—Olive...¿es él?
—Michael no ahora— lo interrumpiste
—Pero...
—¿Tu número sigue siendo el mismo?— asintió finalmente mirándote y pudiste ver lo que pensabas que eran lágrimas acumulándose en sus ojos, aunque decidiste no mencionarlo—. Está bien, te enviaré un mensaje de texto con mi dirección. ¿Puedes venir mañana por la mañana? Estará en el jardín de infancia.
—Sí, por supuesto.
—Está bien, entonces te lo explicaré todo mañana—dijiste mientras te parabas—. Vamos, Jake, es tarde y todavía tengo que hacer el almuerzo— se puso de pie después de darle un beso en la frente a Maya
—Aw, eres demasiado lindo—dijo Michael enternecido—. Te veré mañana, Olive.
—Sí, nos vemos mañana, adiós— respondiste mientras tomabas la mano de Jake y comenzabas a caminar hacia tu auto
–¿Olive?— escuchaste la voz temblorosa de Michael y te volviste hacia él—. Lo lamento.
