Después de sufrir una desviación de Qi, Luo Binghe termina perdiendo el control de su espada Xin Mo, lo que abre así una grieta en su propio mundo, el problema en medio de todo este caos es que su amado Shizun termina siendo tragado y desaparecido e...
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«Te deseo, te amo, no puedo alejarme... No quiero a nadie más que a ti... ¡no puede será nadie más tu! ”
— LanWangJi.
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— Espera un minuto, ¿¡lo esperó durante ochocientos años!? — preguntó Shang QingHua asustado, mientras intentaba caminar sin tropezar en el frío y húmedo suelo.
— ¡Si! ¿Puedes creerlo? — preguntó Wei WuXian entre risas y poniendo uno de sus brazos alrededor del cuello de ese joven que era unos pocos centímetros más bajo que él. — HuaHua siempre amó a A-Lian, e incluso después de su muerte todavía lo ama...romántico.— dijo llevándose una mano a la cara como si estuviera a punto de llorar, pero su sonrisa demostraba que solo se estaba divirtiendo con todo eso.
Habían Estado caminando a través de un túnel oscuro durante varios minutos. Wei WuXian nunca pensó que podría viajar a través de un portal dimensional como ese, la última vez que cayó en un agujero fue el que lo asustó en el Receso de las Nubes, para al rato perder el conocimiento y despertar cuando ya estaba en el centro de ciudad fantasma con un montón de espíritus a su alrededor abrazándolo con anhelo y a un Hua Cheng mirándolo como siempre tuviera viendo a un monstruo.
El interior era lo suficientemente ancho para que pudieran caminar; estaba lleno de un viento húmedo y azotar que los empujaba más profundo. Pero a pesar de que estaba extremadamente oscuro, las decenas de mariposas plateadas y brillantes volaron alrededor de ese grupo, para iluminar el camino.
Yu Shi Huang los seguía por detrás, sentada sobre su corcel y, a su lado, Liu MingYan casi aferrada a su cintura mientras escuchaba atentamente todas las historias que el apuesto cultivador de negro estaba contando. Y con la ayuda de cuatro mariposas que estaban encima de su cabeza podía seguir tomando notas en una especie de pequeño cuaderno y con cada palabra que escuchaba, sus ojos se abrían como si estuviera planeando hacer algo no muy decente.
Sin embargo, nadie se había dado cuenta de ello, solo la maestra de la Lluvia, quien no podía ocultar su asombro al mirar con curiosidad lo que la discípula estaba escribiendo con tanta dedicación. Los dos estaban en absoluto silencio y muy adelante de ellas, Pei Ming caminaba con una postura erguida mientras observaba a los dos hombres a su lado hablando. Wei WuXian se interpusieron entre él y Shang QingHua mientras su voz y risa re sonaban a través de ese túnel oscuro con un eco casi insoportable
