«Papapa para salvar al mundo. »
—Shen QingQiu.
»»——⍟——««
Existen tres formas de resolver un problema. La primera es la correcta, la segunda forma es la incorrecta y la última forma es la de Shen Yuan, que era igual a la incorrecta solo que un poco más rápido.
Su plan infalible de lanzarse frente a Luo Binghe había funcionado súper bien, prácticamente había saltado hacia la elevada hoja de la espada demoníaca.
El rostro de Luo Binghe se volvió aún más blanco y demacrado cuando vio a su esposo tirarse al frente de ella.
—¿Qué...estás...? — tartamudeó mientras trataba de controlar el poder destructivo mientras miraba el rostro de su Shen QingQiu a centímetros de distancia.
El día en qué Yue QingYuan y él se juntaron para tener una fiesta en la Secta de la montaña Cang Qing, su esposo estaba tan tranquilo y relajado qué ni siquiera pareció darse cuenta de qué toda la fiesta y celebración era en conmemoración a su cumpleaños. Luo Binghe estaba un poco sorprendido de qué su Shizun había olvidado su propia fecha de nacimiento, por lo cual decidió hacer de ese día él mejor cumpleaños para él haciendo una sorpresa.
El día de la fiesta, Shen QingQiu estaba vestido con una túnica color verdoso qué hacía juego con su abanico que siempre llevaba debajo de la cara, dándole un aire de elegancia, pero ahora, su apariencia estaba un poco demacrada. Sus hermosos ojos se contrastaban a los círculos oscuros debajo de su párpados que mostraban lo cansado que estaba, su cabello negro cayendo en cascada sobre la túnica blanca con detalles azules, que se habían manchado de sangre. Y, aunque sus mangas fueran algo largas no podían ocultar el moretón púrpura que se encontraba en su muñeca lastimada.
Luo Binghe solo quería abrazarlo, besarlo profundamente hasta sentir que todo el tiempo que estuvieron separados se desvanecía de su mente.
Ahora que había atraído a Wei WuXian de regreso a GusuLan, solo ayudaría a Hua Cheng a encontrar a su Alteza, llevarlo a Ciudad Fantasma y después de tantos días regresaría a casa con Shizun a su lado, desgraciadamente, sus pensamientos fueron interrumpidos por un grito desesperado.
— ¡Ahora idiota! — Shen QingQiu gritó al cultivador de ropa morada mientras se soltaba de Luo Binghe quien se congeló al ya no sentir el cuerpo del otro pegado al suyo.
Le habían parecido décadas desde la última vez que se tocaron, pero lo que lo hizo quedarse en ese mismo lugar fue el látigo que emitió un brillo como el Rayo y se envolvió al rededor de su brazo, impidiéndole dar un paso más.
Jiang Cheng lo había logrado sujetar con Zidian, quien estaba en su forma más fuerte, pero, era imposible intentar lastimar al cultivador de negro quien mejor parecía estar absorbiendo toda la energía de su arma espiritual.
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¢σηƒℓι¢тσ єηтяє тяєѕ мυη∂σѕ
FanfictionDespués de sufrir una desviación de Qi, Luo Binghe termina perdiendo el control de su espada Xin Mo, lo que abre así una grieta en su propio mundo, el problema en medio de todo este caos es que su amado Shizun termina siendo tragado y desaparecido e...