Por primera vez

13 3 1
                                    

Hablé con el de miles de cosas, sentía que por fin a alguien le gustaba escucharme y escucharnos mutuamente y eso me ponía más feliz aún y me hacía poner interés sobre el, cosa que el también notó por qué me escribió en cuanto salí de hacerle la visita.

número desconocido:

-¡Ey! Te acabas de ir y ya echo de menos hablar contigo, conectamos muy bien Evan.

Sonreí como una estúpida al móvil, iba tan distraída leyendo ese mensaje una y otra vez, que fui directamente a la calle contraria de dónde estaba aparcada mi Vespa. Refunfuñando en voz baja, apagué el móvil y caminé hasta mi Vespa esperando una respuesta al mensaje que le escribí:

- Es un poco subrealista todo esto ¡que loco! y pensar que nos conocimos por el echo de hacerme una simple foto, me alegro de que sientas que conectamos bien ¡pienso igual! mejórate muchísimo, te iré preguntando cómo vas y avisa cuando salgas del hospital, igual paso a llevarte unas galletitas. ;)

Subí a la Vespa y me fui ha hacerle una visita a mis padres. Me recibieron con los brazos abiertos y como siempre ofreciéndome de todo lo que estaba a su disposición. Me reía con ellos mientras le contaba como acababa de conocer a un joven chico de unos veintipocos años en un hospital. Me hacían todo tipo de preguntas.

-¿A que se dedica? - Sonreía mi madre entusiasmada mientras llevaba un trozo de pan a su boca.

-Trabaja de psicólogo en el centro de Madrid, no muy lejos de aquí, pero la mayoría del tiempo la pasa en una protectora de animales, cuidandoles y dándoles de comer.

Mi padre sonrió, y las palabras que soltó por su boca me crearon confusión.

-Mi hijita esta enamorada otra vez -Me dió un pequeño golpe en el hombro.

-Papa por dios, llevas haciéndome bromitas de estos estilos desde que me gustó mi primer chico a los doce, estoy tan acostumbrada -Sonreí.

Ellos dos me miraron esperando una respuesta

-No, no me gusta, lo acabo de conocer, me parece un chico interesante y atractivo pero nada más, nada más.

El vínculo que mantenía con mis padres era realmente fuerte, desde bien pequeña les he contado las cosas, lo que me sucede, como me siento... Y ellos a día de hoy me siguen entiendo y ayudando como la primera vez. Una vez más, di las gracias por todo lo que tenía a mi alrededor, por mis padres, por mi, y esta vez incluí a Juan, agradeciendo haberle conocido y haber hecho una conexión tan especial y fuerte con el.

Conducía por las calles de Madrid, con la música pop que tanto me gustaba resonando por mis oídos, cuando ya aparcaba mi Vespa cerca de mi establecimiento mi teléfono sonó.

Vi un número desconocido y lo cogí preguntando "dígame ¿con quién hablo?" Aquella voz tan suave y dulce resonó en mis oídos.

-Hola Evan, espero no molestarte, pero me acaban de dar el alta ¿Te apetece que nos veamos más tarde? Tengo algo que mostrarte.

Mi estómago se revolvió poniéndome nerviosa.

-Por supuesto Juan, me asusta ese "algo" pero está bien ¿En que lugar?

-Donde nos vimos por primera vez, allí te espero.

Corté la llamada, con una risa nerviosa y parece ser que él me siguió el juego.

"Donde nos vimos por primera vez..."

100 kilómetros por hora.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora