capítulo 4: Los recuerdos tocan a mi puerta

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El pecho de Pete era reconfortante, no quería hablar o hacer nada sólo quería olvidar todo, irme a dormir y por primera vez fingir que nada pasó - lo lamento- el aliento de Pete estaba muy cerca mío, no quería que volviera a disculparse ese no era él - basta - le dije, en verdad no quería hablar del tema pero si tenía una pregunta en mente - ¿en que pensabas? - escuché como suspiró para hablar - en él bebé - me quedé helada, no sabía que él pensara en eso, yo pensaba que era la única que me torturaba con esos recuerdos, de la nada tomé impulso y lo abracé con fuerza, hace mucho tiempo que no abrazaba a nadie así, ni siquiera a mis hermanos; comprendía su dolor, ese bebé nos había traído una alegría inmensa, nos había unido más, perderlo fue lo peor - yo también pienso en él... todo el tiempo - el volteó a verme, acercó a su nariz a la mía, lentamente acercó sus labios hasta chocar con los míos, dudé en aceptar su beso pero luego me rendí y lo acepté, sus labios son tan cálidos, me acariciaba el rostro con sus manos vendadas, tuve que detenerme porqué me quedé sin aire - Lisa... yo... quiero un hijo
No sabía que decir, el aborto me dejó una terrible herida, ni siquiera lo habíamos planeado y últimamente no hemos estado bien, Pete está tan confundido como yo; no estoy lista para ser madre ni siquiera lo estuve la primera vez, pero lo sobrellevaba y Pete estaba conmigo más seguido, seguía en silencio y eso lo desesperó - se que no es justo pedirtelo ¡pero sería más injusto no intentarlo!
- ¿¡ y que pasa si tengo otro aborto!? ¡NO PODRÍA SOPORTARLO! - se sobresaltó al escucharme gritar, se mantuvo alejado y luego se acercó lentamente y me abrazó por la espalda - por favor piensalo - dijo esto y se acostó mientras me sujetaba la mano, me quedé pensativa mucho rato, ¿un bebé? No sé si podría resistirlo, no me interesa que estemos casados o no, pero no hemos tenido una buena relación; olvidé esos pensamientos, apagué la luz y cerré los ojos.

***
-¿Crees que sea niño o niña?
- ah de estar mas pequeño que una canica- le dije riendo mientras esperábamos al doctor
- sólo dime ¿crees que sea niño o niña?
- no lo , me interesa que sea sano - se acercó a y me dijo - entonces también quieres que sea niño - no tuve que decir nada, por mi sonrisa supo que también pensaba lo mismo, Pete volvió a reír. El doctor entró y nos dirigió una mirada despectiva, supongo que una joven de mi edad en medio consultorio de un doctor para ver a su futuro hijo no es algo "normal de ver" , sentó en medio del monitor y mis piernas haciéndome sentir incómoda, trataba de cubrirme pero a la vez pensé que era estúpido porque dentro de poco tendría que checar el estado de mi bebé
- bueno, primero que todo ¿cuanto tienes?
- cuatro semanas
- estás en tu primer trimestre - afirmé en con la cabeza y el continuó con sus preguntas
- ¿has tenido náuseas?
- a veces, depende de lo que ingiera o llegue a oler
- ¿has ingerido alcohol?
- no - me miró como desilusionado de que yo ni fuera tan irresponsable, terminó sus preguntas y presidió a revisar me, buscó unos minutos y pude observarlo... era la cosa más hermosa que había visto, no pude contener la lágrima que bajaba de mi rostro
- los dejaré sólos - el doctor había salido dejándonos a Pete y a sólos, estaba tan conmocionada que no había notado que Pete me sujetaba la mano fuertemente, volteé a verlo y al igual que yo estaba conmocionado
- ¿nosotros hicimos eso? - preguntó mirando de serca al monitor, yo lo miraba y más lágrimas salían de mis ojos
- ¿estás bien? - preguntó al ver que lloraba
- , son de felicidad - sonrió todavía más amplio y me abrazó, me dio un beso, luego dirigió su mano hacia mi vientre y se perdió en su mundo.
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